Sociedad

La religión no contará en la nota de acceso universitaria

Un grupo de alumnos escucha a su profesor de religión durante una clase.
photo_camera Un grupo de alumnos escucha a su profesor de religión durante una clase.

La asignatura dejará de ser oferta obligatoria en Bachillerato con la nueva ley de Educación

  La religión ya no será materia de oferta obligatoria en 1º y 2º de Bachillerato ni su calificación contará en la nota media de acceso a la Universidad, según el borrador de reforma de la Lomce del Gobierno que plantea también eliminar las "revalidas" de fin de Primaria, Secundaria y Bachillerato.

Son algunas de las medidas del documento "Propuesta para la Modificación de la Ley Orgánica de Educación", elaborado por departamento de la ministra, Isabel Celaá que, será sometido a consultas en la comunidad educativa, ante de su posible aprobación en Consejo de Ministros antes de fin de año.
Su objetivo es "corregir los aspectos que fueron más vulneradores de la igualdad de oportunidades" por parte de la Lomce, diseñada por el exministro José Antonio Wert y aprobada en 2013, a pesar de las protestas que provocó.
El proyecto prevé que los alumnos no tengan la obligación de cursar una materia alternativa a la religión, que ésta deje de ser "específica" en 1º y 2º de Bachillerato y que la calificación que se obtenga en la asignatura no cuente para la nota media de acceso a la Universidad, becas y otros similares. Además, se introduce la asignatura de "Educación en valores cívicos y éticos" en un curso de Educación Primaria y en otro de la ESO, según el borrador.

Nuevos conciertos
En materia de conciertos, como ya anunció Celaá, se eliminan las referencias a "una demanda social" para acceder a la educación privada subvencionada y se reforzará el principio de no discriminación por género. Así, desaparece la referencia a que la "educación diferenciada no se considera discriminación por género" y se priorizarán los conciertos con los centros que se rijan por el principio de la coeducación.
El ministerio quiere también "evitar cualquier efecto segregador derivado de la aplicación de programas de enseñanzas plurilingües" y se modificarán los criterios de baremación, reconociendo las situaciones de familias monoparentales, víctimas de violencia de género o de terrorismo, entre otras situaciones.
Las polémicas "revalidas" de evaluación de final de etapa de Primaria, ESO y Bachillerato, que actualmente están suspendidas, serán eliminadas, así como se volverá a las "pruebas de acceso a la universidad (selectividad) desvinculadas y posteriores a la obtención del título de Bachiller".
El objetivo del ministerio es convertir las evaluaciones de 6º de Primaria y de 4º de ESO en "muestrales y plurianuales" para poder conocer el estado del sistema educativo, pero sus resultados, en ningún caso, podrán ser utilizados para valorar a los alumnos o para la calificación de los centros.
La reacciones políticas no se hicieron esperar y el secretario de Programas y Áreas Sectoriales de Ciudadanos, Toni Roldán, afirmó que el Gobierno "crea más divisiones que soluciones" con su propuesta de reforma educativa y reprochó al PSOE que plantee esto ahora tras haber "dinamitado" el Pacto de Estado por la Educación.
Roldán subrayó que para cambiar el sistema educativo se requieren "grandes consensos", como los que se buscaron para ese pacto que "el PSOE dinamitó" al abandonar la negociación el pasado marzo.n

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