LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN VIGO

La Reconquista, el episodio local mejor documentado

Una de las dos banderas de las alarmas restauradas en 2005.
photo_camera Una de las dos banderas de las alarmas restauradas en 2005.

El Museo Quiñones de León custodia escritos, retratos y objetos originales de la contienda contra las tropas napoleónicas

n n n Si Vigo cuenta con un episodio identitario en su historia, ese es el de la Reconquista, que este fin de semana ya se comenzó a celebrar en el Casco Vello. El 28 de marzo de 1809 el pueblo vigués expulsó a las tropas napoleónicas, convirtiéndose en la primera plaza española en derrotar el ejército más poderoso del momento. Supone un orgullo que se refleja en la crónicas y en el patrimonio histórico municipal, tal y como confirma el director del Museo de Castrelos, José Ballesta: “Es, junto a la batalla de Rande, el evento mejor documentado y estudiado de la historia de la ciudad”.
Así, en las estancias del pazo de Quiñones de León, custodio del pasado vigués. se exhiben piezas esenciales en el transcurso de la Reconquista.
En la biblioteca se muestra el sable de mariscal Soult, lugarteniente de Napoleón que tenía previsto acudir a Vigo. No llegó a entrar en la ciudad, pero tras la expulsión de las tropas francesas, su equipaje cayó en manos de los vigueses.  La pieza fue restaurada en 2009. 
Como complemento curioso a esta pieza, el museo guarda la carta manuscrita de uno de sus últimos propietarios: El general López y Morillo, que desde Coruña le escribía a su prima en 1907 para que aprovechando el primer centenario de la contienda intentase vender el sable.
En cuanto a la documentación destaca el escrito original del bando de Cachamuiña, realizado el 29 de marzo de 1809, un día después de la victoria viguesa. Fue redactado por el capitán y el gobernador militar de la plaza, Bernardo González del Valle, en la que llama al orden y a la tranquilidad. Desde el museo destacan “su alto valor histórico” por su fecha y por su autor, que ha trascendido como el gran héroe de la Reconquista, fama ahora reclamada para el artífice popular, el marinero de O Berbés Carolo, de cuya identidad apenas hay datos.
Un poco posterior al bando (fechado en abril de 1809), es el panfleto propagandístico impreso en Lisboa por el vicealmirante Berkley, comandante de la flota inglesa, donde reafirma el apoyo a los habitantes de Galicia. En los fondos del museo se archivan también grabados y dibujos que reproducen momentos de la batalla y que la divulgaron por toda Europa. Son imágenes que recuerdan a la escena que cada año los vecinos del Casco Vello recrean en la Puerta de Gamboa.
La lucha popular está presente en las  dos banderas de las alarmas, las guerrillas organizadas en todo el valle del Fragoso. Depositadas en el museo desde su inauguración en 1937, acompañaban al Cristo de la Victoria en su procesión. Fueron restauradas en 2005.
Completan la colección sobre la Reconquista, los retratos de los protagonistas como el grabado de Cachamuiña, el óleo de Pablo Murillo, realizado por Horacio Vernet o el retrato de Joaquin Tenreiro.
Todo ello contribuye a que la Reconquista sea la parte de la historia de la ciudad que sigue más viva.n

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