Opinión

PSOE, en defensa del Estado

Si hubo dudas, se han desvanecido. La incógnita sobre la posición del PSOE respecto a la respuesta del Estado al desafío separatista queda sobradamente despejada. No le tembló el pulso a Pedro Sánchez al sumarse al "Pacto del 155", el rodillo constitucional para el rescate de Cataluña. A tiempo de evitar que Puigdemont y compañía acaben desguazando del todo la convivencia social y el tejido económico de esa Comunidad Autónoma.
El PSOE se reconoce diferente y diferenciado. Es algo común a todas las organizaciones políticas. Pero tratándose de un partido que ha gobernado y quiere volver a gobernar, debe subordinar a los intereses generales su interés de partido diferenciado. Aunque esa vocación de Estado genere un coste electoral. Otras veces ya ha pasado por eso.
En este caso, el precio se deriva de aparecer en la foto junto al PP, unas siglas asociadas a la corrupción, la falta de tacto respecto a la diversidad territorial y a políticas que generan desigualdad social. Sin embargo, Pedro Sánchez se ha mostrado dispuesto a pagar el precio si su alineamiento con el Gobierno contribuye a restablecer el orden constitucional y evitar la quiebra del Estado.
Incluso antes de hacerse públicas las medidas propuestas por el Gobierno al Senado para recuperar la legalidad en Cataluña, por él conocidas con anterioridad, Sánchez, las apoyó expresamente. No sin antes explicar cómo se había enfrentado al dilema. Por un lado "prolongar la agonía de Cataluña". Por otro, "respaldar la Constitución frente al secesionismo". Y no dudó, a pesar de sus profundas diferencias con el PP. Profundas y numerosas, "pero ninguna si se trata de defender la unidad de España y su integridad territorial".
Solo en el PSC catalán han surgido discrepancias dentro de la familia socialista. Era un riesgo previamente calculado por Pedro Sánchez. Algunos dirigentes han firmado un manifiesto en contra del "abusivo" 155. Y algunos alcaldes, incluida Nuria Parlon, que ha dimitido de la Ejecutiva del PSOE, también se han mostrado críticos con su posición de apoyo al art. 155 de la Constitución, activado por el Consejo de Ministros del sábado último.
A sabiendas de que eso iba a ocurrir, Sánchez no ha dudado en reafirmar su defensa del Estado social y democrático de derecho frente a la "quiebra unilateral" del mismo. Sus razones: "El PSOE sabe estar a la altura de sus responsabilidades y nunca se pone de perfil", dijo este fin de semana en Coslada (Madrid).
No esperan menos los ciudadanos de un partido de Gobierno, que fue arquitecto decisivo de la transición y la Carta Magna, uno de cuyos frutos es el nunca soñado nivel de autogobierno alcanzado por los catalanes. Justamente ese autogobierno que nunca estuvo tan amenazado como ahora por culpa del secesionismo.

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