La facturación crece, aunque la producción en la planta de Balaídos cae más de 8 puntos
El grupo de automoción francés PSA cierra el ejercicio correspondiente a 2018 en España con un balance muy negativo. El gigante de la automoción, con importante presencia en Vigo, registró unas pérdidas netas de 239,5 millones de euros el pasado año, un dato que contrasta con los 48,5 millones de euros de beneficio registrados en 2017. Las cuentas anuales de la compañía apunta que estos resultados anuales se vieron afectados de forma negativa por la provisión de 265 millones de euros vinculada a posibles riesgos fiscales.
Desde la compañía explican que los resultados negativos "son principalmente el resultado de una provisión para riesgos relacionados con la resolución de una auditoría fiscal, en relación con el pago de 'royalties' a la empresa matriz para el período que se examina (2011-2014), y el riesgo por años no prescritos (2015-2018)". "Los resultados operativos del año, que reflejan los resultados de las actividades industriales obtenidas por las fábricas españolas del Grupo PSA –sin incluir la factoría de Zaragoza–, son positivos, hasta 94 millones de euros", añaden.
En cuanto a la facturación, el Grupo PSA culmina el año un volumen de negocio en España de 5.105 millones de euros, lo que supone una progresión del 1,2 por ciento, mientras que sus inversiones industriales alcanzaron un total de 229,8 millones de euros, que se destinaron a instalaciones industriales, equipos de producción y utillajes en las plantas de Vigo y Madrid.
Precisamente, en cuanto a la producción de estas factorías, la de planta de Balaídos –la más importante del sur de Europa– fabricó 398.062 unidades, lo que supone un descenso del 8,43 por ciento, frente al crecimiento del 19,25 por ciento de la factoría madrileña.
