VAL MIÑOR

Primer lleno en Patos, Playa América y las playas de Baiona

La playa de Patos a las 19 horas de ayer, en don de en multitud de puntos no se guardaba más de un metro de separación entre bañistas y toallas.
photo_camera La playa de Patos a las 19 horas de ayer, en don de en multitud de puntos no se guardaba más de un metro de separación entre bañistas y toallas.
La apertura de los arenales sin restricciones provocó grandes concentraciones y superar las distancias obligatorias

 Coches, calor y muchos bañistas. Este es el balance obtenido durante el primer día de la entrada en vigor de la fase 2 de la desescalada. La ausencia de restricciones en la totalidad de los arenales de la comarca atrajo a una cantidad considerable de usuarios aunque la concentración no se produjo del mismo modo en todas las playas. 
A media tarde de ayer lunes, Patos contaba con una aglomeración que se podían observar a simple vista. Mantener la distancia de seguridad recomendada de dos metros entre personas allí se hizo imposible por momentos, sobre todo en primera línea donde son habituales los paseos por la orilla. Los principales aparcamientos del entorno nigranés estaban abarrotados mostrando una estampa similar a cualquier día de temporada alta de meses como julio o agosto. Sin embargo la situación se relajaba en zonas como la playa de A Madorra o Panxón en donde las medidas se respetaron prácticamente al 100%. La separación entre toallas se cumplió de manera generalizada al igual que en el agua. Además aquí miembros del gobierno local colocaron unos paneles informativos al inicio del paseo con las indicaciones pautadas por las autoridades y que forman parte de una nueva campaña de concienciación que ya había sido anunciada por el alcalde Juan González durante la semana pasada. La iniciativa puesta en práctica en la mañana de ayer se repite también en Playa América aunque aquí las aglomeraciones de personas ya eran más acusadas. Cabe destacar que esta tónica se repitió de igual modo sobre todo en zonas próximas a los principales aparcamientos. 
En Baiona y contra todo pronóstico, el arenal con menos volumen de usuarios fue el de Ribeira que no superaban el medio centenar a primera hora de la tarde de ayer. Las toallas guardaban unas distancias con una tolerancia mayor a la recomendada. Quizás la que mas concentración registró coincidiendo con la pleamar fue la de San Marta debido a sus dimensiones y una zona de estacionamiento mayor a la del centro urbano de la villa. La playa de A Ladeira también registró una afluencia considerable pero muy esparcida y sin llegar a masificarse. Ésta, junto a Playa América y Panxón en Nigrán, son las de mayores dimensiones de la comarca sumando casi cuatro kilómetros de longitud, que junto a los accesos y espacios de aparcamiento son las candidatas para albergar al mayor número de usuarios con los mínimos riesgos posibles. 
Cabe destacar que durante el primer día de playas sin limitaciones, la presencia de agentes de la autoridad era imperceptible tanto en Nigrán como en Baiona. Se podría decir que ayer lunes los municipios costeros de la comarca aprobaron aunque con matices en función de la zona, y las más perjudicadas fueron sin duda las áreas de estacionamiento y la playa de Patos. 

Un parking donde no cabe un alfiler

Aparcamiento en el entorno de las escuelas de surf, ayer.

Ni la campaña de concienciación lanzada por Nigrán ni las indicaciones pautadas por la autoridades fueron capaces de controlar la afluencia de personas en determinados puntos de la comarca. En la fotografía se puede observar a un aparcamiento que a las 19 horas de ayer lunes estaba abarrotado de coches junto a las escuelas de surf de Patos. La imagen en la playa se repitió del igual modo aunque la jornada comenzó con un volumen de personas aceptable. Sin embargo a última hora y coincidiendo con la pleamar el arenal se encontraba abarrotado de personas y en donde  en determinadas zonas no se estaban cumpliendo las distancias de seguridad establecidas. Las mareas vivas de estos días provocan que la capacidad de los arenales de la comarca se tripliquen en bajamar pero al contrario la situación se produce a la inversa , aunque aquí la solución adoptada por los usuarios para no  quedarse sin su dosis de soles la de arrimarse unos a otros con los riesgos que conlleva. 

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