Sociedad

Presbíteras católicas reclaman al papa igualdad en la Iglesia

La presbítera Christina Moreira pide aplicar la igualdad de género al Vaticano.
photo_camera La presbítera Christina Moreira pide aplicar la igualdad de género al Vaticano.
Piden que se pueda ordenar sacerdotisas, obispas y cardelanas para acabar con la discriminación

nnn La presbítera Christina Moreira, una gallego-francesa que el mes pasado, junto a otras seis mujeres, reclamó al Vaticano aplicar la igualdad de género, pide al papa Francisco que ordene sacerdotisas, obispas y cardenalas católicas para acabar con la discriminación femenina.
En una entrevista, Moreira aseguró no haber recibido aún respuesta alguna del papa, que se limita a ofrecer mensajes "enigmáticos" como preconizar "una presencia femenina más incisiva", lo que le parecen más "caramelitos" o "consuelos" que un verdadero compromiso con la reforma que piden muchos católicos.
La discriminación de género en la Iglesia católica "acabará, como ocurrió con la esclavitud, con la falta de sufragio femenino, con la imposibilidad de celebrar matrimonios homosexuales" y "un sinfín de derechos conquistados", opina Moreira, una de las siete candidatas en Francia a puestos de la iglesia católica prohibidos a mujeres.
Observa que la falta de vocación sacerdotal, la desatención a los feligreses, la inmadurez del clero ante al machismo, el paternalismo estructural y otros factores están encendiendo un "creciente clamor popular", aunque "nadie sabe cuál será la "palanca definitiva" para saltar el infranqueable muro de limitaciones erigido durante siglos y cimentado en el siglo XVII con el derecho canónico.

PRESBÍTERAS CATÓLICAS
Moreira, una de las cientos de miembros de la Arcwp, una asociación de presbíteras católicas que ejerce en numerosos países, espera que los católicos se acostumbren pronto a ver a "mujeres con estola y casulla sin que resulte estrafalario", y, por ende, a que "no por llevarlas una mujer lo consideren un disfraz".Partidaria de acabar, además, con la soltería clerical, Moreira, casada con un sacerdote, opina que "la obligatoriedad del celibato ha hecho mucho daño" y ha llevado incluso al suicidio a jóvenes y aspirantes a esa profesión de fe.
"El celibato consentido, asumido, ofrecido como voto, como hacen los monjes, puede ser un tesoro incomparable", enfatiza, pero "qué sentido puede tener desde el momento en que es algo obligatorio y no voluntario", más aún "sin la formación y preparación adecuada", se pregunta.
La renuncia de innumerables clérigos a la Iglesia católica para poder casarse ha llevado a esa institución a "perder muchas joyas humanas para el ministerio", alega, y considera que acabar con esa normativa que otras ramas del cristianismo no han asumido permitiría "recuperar tesoros" de personas que "saben amar, tienen familia, han criado hijos, han trabajado, han estado en el paro, que asumen responsabilidades".
Moreira lamenta el sinfín de "casos clamorosos" de clérigos con parejas e hijos ocultos, de embarazos, de maltrato a mujeres y mucho sufrimiento, y especialmente de los asuntos de pederastia.n

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