BALONMANO

Balonmano para la vida

El portero del Cangas Yeray Lamariano, durante el partido del sábado pasado contra el Granollers.
photo_camera El portero del Cangas Yeray Lamariano, durante el partido del sábado pasado contra el Granollers.

El portero del Cangas Yeray Lamariano trabaja con jóvenes autistas en el Club Hand Vall

Yeray Lamariano (Eibar, 1983) es un veterano del balonmano. Después de militar en equipos como el Arrate, el Bidasoa, el Ademar León, el Academia Octavio, el Antequera o el Valladolid, el pasado verano fichó por el Cangas. Pero el Frigoríficos no es su único club. También forma parte del Hand Vall, entidad que desde hace dos años desarrolla en Valladolid un proyecto con jóvenes autistas que ha tenido magníficos resultados.
Hand Vall nace fruto de la inquietud de un grupo de jugadores y exjugadores naturales de Valladolid o asentados en la localidad pucelana. Además del propio Yeray, el exinternacional Óscar Perales, Raúl Álvarez y Rubén Carrasco. El campeón del mundo y medallista olímpico con la selección española David Davis, a través de un amigo con un hijo autista, les facilitó algunos contactos y el club se puso en marcha. "Nos pusimos en contacto con la Asociación Autismo Valladolid. El objetivo era iniciar un proyecto sencillo, empezar a entrenar con una decena de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Son personas que necesitan realizar actividad física, tener contacto humano, y el balonmano encaja a la perfección en esa necesidad", explica Lamariano.
Yeray y sus compañeros se pusieron en contacto con formadores, psicopedagogos y especialistas para dar forma a un proyecto que no tardó en dar resultados: "Desde el principio vimos que realizaban grandes progresos, que mejoraban en todos los ámbitos". Dos años después, en el Club Hand Vall trabajan con medio centenar de niños y jóvenes de entre 6 y 40 años. "Los resultados fueron muy buenos desde el primer momento, aunque influye más en los niños más pequeños porque evitamos que pulan algunas manías que pueden tener antes de que estén adquiridas por completo", explica el veterano guardameta del Cangas.
Todos los precursores del proyecto tienen el título de entrenador de balonmano a nivel nacional y Rubén Carrasco, además, estudió Magisterio en Eduación Física. Sin embargo, no tenían experiencia previa en relación al TEA. "Hemos adquirido la capacidad para trabajar con ellos en el día a día, conociendo a cada uno porque todos son diferentes. Por eso no tenemos ya a 100 jugadores, sino sólo a 50, porque necesitan un periodo de adaptación", indica Yeray. "El balonmano les pone en un brete. La propia dinámica del deporte les obliga a comunicarse, a tener contacto físico, a hacer cosas que se tienen prohibidas a sí mismos de alguna manera. Les obliga a mejorar. Al fin y al cabo, no les entrenamos para que sean jugadores de balonmano, les entrenamos para la vida", añade Lamariano.
Cuando estaba en Valladolid, el ahora portero del 'Frigo' tenía un contacto diario con los jóvenes. Además, se encargó de redactar los proyectos, de coordinar las relaciones con la Asociación Autismo Valladolid y de buscar la financiación necesaria para sacar adelante el club. "La actividad es gratuita para ellos. Hay que tener en cuenta que sus familias tienen una gran carga económica por la atención que requieren sus hijos. Pero el club tiene unos gastos y buena parte de los ingresos proceden de las personas que se hacen el carnet de simpatizante", explica Yeray. Todo aquel que esté interesado en colaborar, puede informarse a través de la web www.handvall.com.
Yeray Lamariano se declara "orgulloso" de un proyecto similar al que lleva a cabo el exjugador de baloncesto Fran Murcia en Madrid y que, además, les llevó a formar equipos federados en categorías inferiores con buena parte de los jugadores que militaban en la base del desaparecido Valladolid.
Lamariano compagina su labor solidaria con su carrera deportiva, que este año le ha traído a Cangas. Su rendimiento en la portería del Frigoríficos ha resultado decisivo en las últimas jornadas, en las que el equipo de Víctor García 'Pillo' logró tres victorias consecutivas, pero él se centra en el colectivo: "A estas alturas de mi carrera, camino de los 33 años, mis objetivos personales coinciden al cien por cien con los del equipo".

www.handvall.com

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