verano

Las playas urbanas de Baiona, en la palma de la mano

La playa de Ribeira finaliza a un lado con las instalaciones del MRCYB y al otro con la avenida Elduayen.
photo_camera La playa de Ribeira finaliza a un lado con las instalaciones del MRCYB y al otro con la avenida Elduayen.
Ribeira es la más reconocida entre vecinos y visitantes al ser la más céntrica de la villa
Otro de los municipios miñoranos que durante años fue el principal destino turístico del Val Miñor es Baiona. El núcleo urbano de esta localidad se caracteriza por aglutinar todo tipo de establecimientos en un espacio relativamente reducido en el que por un lado está el casco antiguo como buque insignia de la villa, pero por otro están sus playas. Además al contrario de Nigrán y Gondomar, tiene varias instalaciones hoteleras lo que les permite gozar de bastante capacidad para albergar a turistas que sobre todo se concentran en los meses fuertes de verano. Otro de los puntos de la localidad son las instalaciones náutico-deportivas, que comparten el espacio marítimo con las pesqueras y aquí el deporte rey se practica por mar y en esto el Monte Real Club de Yates tiene mucho que ver. Además la escuela municipal de vela es el activo más importante para los apasionados de la modalidad deportiva, sobre todo a edades tempranas.    
El principal arenal urbano de la zona es el de Ribeira que se encuentra en el paseo que lleva su mismo nombre y que albergaba el antiguo mercado del que todavía se conservan los arcos. Se trata de una zona que a escasos metros cuenta con un gran parque y zonas verdes y que sirve de antesala al acceso a la fortaleza de Monteboi, que durante siglos sirvió como protección a un pueblo que tenía un marcado acento militar y cuyo puerto fue uno de los más importantes tras otorgarle la Carta-Puebla en el S.XIII. En cuanto a la playa, Ribeira se caracteriza por ser una zona muy tranquila en la que apenas hay corrientes al estar al abrigo del espigón, conocido también como “Doca” y pese a que no tener demasiada extensión es muy popular entre los vecinos y visitantes.
Dentro del recinto amurallado existe otro arenal llamado Barbeira que tiene unas características similares a las de su vecina, su acceso es bueno y el mar es muy tranquilo, cuenta con un gran número de adeptos al sol que no sólo se limitan a “hablar con Lorenzo” en verano ya que aquí es bastante habitual encontrarse con los incondicionales de las playas en cuanto el sol asoma en primavera. Hacia el otro lado del recinto amurallado existen otros dos arenales pero que se parecen a sus vecinos como el agua al aceite. La playa de Concheira posee un gran valor terapéutico por las altas concentraciones de yodo sin embargo su arena está formada mayoritariamente por conchas y el mar aquí pega con fuerza, con lo que no es la opción más recomendada para ir con niños. A pocos metros de ésta se encuentra la de Frades que es de dimensiones muy reducidas y de características muy similares. Pese a las similitudes y diferencias, todas ellas tienen algo distinto a las anteriores que las convierte en únicas.

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