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La playa, víctima de la ‘plaga gorrilla’

El verano ha llevado a incrementar la presencia de estos “improvisados” trabajadores junto a las playas.
photo_camera El verano ha llevado a incrementar la presencia de estos “improvisados” trabajadores junto a las playas.
El número de controladores en los aparcamientos  públicos de los arenales se ha multiplicado este verano, con una actividad frenética incluso en los días de menor afluencia de vehículos por el mal tiempo
 Los típicos ‘gorrillas’ que se extienden habitualmente por toda la ciudad tratando de conseguir unas monedas ayudando a los conductores a encontrar un aparcamiento se han convertido este verano en una auténtica plaga en el entorno de las playas.
Samil es uno de los lugares más afectados, con cerca de una veintena de personas repartidas en los distintos aparcamientos públicos, un importante número que impide a los conductores esquivar su control incluso en los días en los que el mal tiempo redujo al mínimo la afluencia de vehículos.
Desde primeras horas de la mañana, estos trabajadores improvisados se reparten las zonas, una de la más vigiladas, el aparcamiento del Verbum, y persiguen a la carrera a los coches para impedir que los conductores se escaqueen del pago. Hace sólo unos días, con tiempo nublado y multitud de espacio para aparcar, este diario pudo comprobar que los ‘gorrillas’ seguían trabajando. “Es molesto que vayan detrás del coche, corriendo, para intentar de llegar antes que tú e indicarte cómo aparcar a pesar de haber hueco. Te ves obligado a darles una moneda por miedo a que te hagan algo al coche”, comentaba una conductora.
Los problemas con el incremento de ‘gorrillas’ han derivado en varias intervenciones policiales, ninguna grave. El problema radica en que el incremento de estas personas en las zonas de mayor turismo comienza a incomodar a los conductores lo que provoca tensiones también entre los propios “trabajadores”.
Tanto en Samil, como en el Vao, la mayoría de ‘gorrillas’ son de origen subsahariano, mientras que en el centro de Vigo son mayoría nacionales y de origen europeo.
Además de las playas, otras calles con especial afluencia se encuentran en el entorno de Rosalía de Castro así como el centro, calle Nicaragua y alrededores, donde a la acción de pago de estos “aparcacoches” se suma la de zona azul.
La romería de San Roque, que finalizó ayer, incrementó también su presencia en los alrededores del Hospital Xeral, de donde se habían retirado después de quedar abandonadas las instalaciones. Desde el viernes, entre tres y cinco personas se situaban en el entorno de la calle Filipinas para ayudar a los conductores.n

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