En este caso, los aeropuerto de Vigo y Coruña iniciaron su fase de reducción casi absoluta de actividad al limitar en adelante y hasta que finalice la crisis la apertura de la terminal entre las 6,30 hasta las 11, apenas cuatro horas y media. La decisión tomada por AENA, del Ministerio de Movilidad, también implica reducir incluso el espacio físico del edificio en las cuatro horas en que estará abierto -sólo queda habilitada una pequeña parte como zona de paso- y en el aparcamiento, donde sólo habrá libre una planta, usado en parte por los empleados de Peinador. El cierre de la terminal no supone el final de la actividad del aeropuerto, que se mantiene en teoría en su horario de actividad normal, desde las 6,30 hasta las 00,30 horas. En ese tiempo, el aeropuerto atenderá vuelos que puedan llegar fuera de la programación, como pasó ayer con una conexión internacional desde Holanda. Además, también estará listo el personal de la torre, bomberos y servicios auxiliares para cualquier eventualidad. En cuanto a las frecuencias, sólo queda una operativa, de Iberia con Madrid, ida y vuelta por las mañanas. A Coruña se encuentra en las mismas condiciones, en mínimos. Santiago en cambio, por su categoría superior, sigue en el régimen de aeropuerto 24 horas, si bien como en el resto de terminales su actividad se ha visto reducida de forma drástica.
Repatriados desde Amsterdam 65 marineros gallegos vía aérea
Justo en el primer día del cierre, Peinador se abrió de forma extraordinaria por la tarde para acoger un vuelo internacional no programado a bordo de un 738W desde Amsterdam donde venía repatriados un grupo de marineros gallegos del ámbito de Vigo. En total eran 68 personas que pudieron volar desde Holanda y volver a sus casas. Ninguno de ellos dio positivo en coronavirus, lo que facilitó su retorno tras pasar por el control sanitario obligatorio por la situación de alarma. Los marineros, según señalaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno, habían sido contratado por la compañía marítima multinacional Allseas para trabajar en un barco de apoyo a plataformas petrolíferas del Mar del Norte. Tras estallar la crisis sanitaria, se decidió el cierre provisional y el traslado a España, lo que se pudo realizar ayer sin problemas desde la capital de los Países Bajos. Todos ellos llegaron agrupados y fueron trasladado en un autobús después de su aterrizaje. Los trabajadores se quedaron sorprendidos por la expectación.
23 CASOS EN RESIDENCIAS
Por otra parte, la cifra de positivos en la residencia de mayores de Barreiro asciende a 23, con 18 usuarios -tres hospitalizados- y cinco trabajadores. En el centro de menores de Chapela -1 caso- se inicia la desinfección a cargo del servicio de prevención contras los incendios de la Xunta.