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Una pasarela a ninguna parte

La pasarela peatonal instalada sobre la A-55 no puede ser utilizada ya que no tiene salida y acaba en un monte vallado.
Instalada por Fomento sobre la autovía a Porriño, no se puede utilizar porque termina en una zona vallada y un terraplén. Vecinos del entorno del Meixoeiro piden poder usarla para cruzar al instituto y el hospital

Las eternas obras de mejora de algunas partes de la autovía han dejado en el Meixoeiro una absurda estampa: una pasarela peatonal que cruza de un lado a otro de la A-55, ya cerca de Puxeiros, pero que no va a ninguna parte y finaliza entre un muro del instituto Carlos Casarees y una valla de una finca particular. Vecinos de la zona han comenzado a recoger firmas para pedir al Concello y a Fomento -que es el titular de la autovía- que ponga punto final a este “disparate”, como lo calificaba ayer un residente. 
“Esta pasarela llevaba ahí años y valía para cruzar hacia el hospital del Meixoeiro y el instituto, se utilizaba mucho, yo  mismo lo hice cientos de veces, hasta que un día la quitaron para ampliarla y cuando la volvieron a colocar fue cuando descubrimos que ya no podíamos cruzar porque al otro lado no tiene salida, parece una broma”, explicaba a este diario. 

Las firmas serán remitidas a las instituciones para que se reponga el camino o se trace otro y el puente pueda volver a utilizarse como la única vía peatonal para cruzar la autovía sin peligro. 

La competencia sería de Fomento: el ministerio puso en marcha con enorme retraso una actuación de mejora de algunos tramos de la autovía que contemplaba la ampliación de carriles de salida y el radio de algunas curvas, donde se incluyó la ampliación de la capacidad de la pasarela que ahora se ha quedado sin salida. La empresa que tenía el contrato del viaducto se limitó a colocarlo. La valla limita una finca particular, hasta ahora sin señalizar y que podía recorrerse. Según los vecinos, la parcela, ahora vallada, sería de titularidad de la Comunidad de Montes de Cabral, aunque dicho extremo no está confirmado. En cuanto a la otra posible salida, hacia el Carlos Casares, hoy por hoy resulta imposible por el muro y el terreno empinado.
En la Subdelegación del Gobierno no se conocía lo ocurrido, aunque se incluye dentro de las obras en marcha, que todavía no habrían finalizado. Mientras tanto, ayer circulaba por las redes un vídeo casero de una persona que se había encontrado con la sorpresa de cruzar una pasarela hacia ninguna parte. "Una forma de tirar el dinero sin ningún sentido", señalaban en el cercano restaurante Casa Seijo,  directamente afectado. 

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