VAL MIÑOR

Las parcelas del camping de Baiona, al 75% de ocupación

Usuarios de las instalaciones esperando para acceder a la recepción, ayer.
photo_camera Usuarios de las instalaciones esperando para acceder a la recepción, ayer.
Los bungalows de alta gama cuelgan el cartel de completo durante el verano mientras que los más  económicos se quedan a medio gas.
Con la llegada de la temporada alta los campings de Baiona y Nigrán se preparan para su pico de actividad aunque enmarcada en un contexto atípico en el que prevalecen las normas del distanciamiento social, el uso de mascarillas, desinfección y refuerzo de pautas higiénico sanitarias.  
El ubicado en la playa de Ladeira reabrió sus puertas el pasado 19 de junio aunque hasta el sábado 27 se limitaron a servicios mínimos de alquiler de parcelas y bungalows prescindiendo de complementos tales como la piscina, cafetería, restaurante y supermercado. Por el momento las previsiones están siendo alentadoras, teniendo en cuenta que se barajó la posibilidad de la clausura del sector durante la temporada estival con el fin de frenar los contagios por coronavirus. Pedro Gómez, gerente del Camping Bayona Playa, explicó a este diario que hasta el momento el grueso de ocupación se produjo durante los fines de semana aunque con la entrada del mes de julio la tendencia está cambiando, no obstante notan la falta de reservas de turistas de países como Portugal, asiduos año tras año a las instalaciones emplazadas en el arenal baionés. "La ocupación si la comparamos con la de 2019 esta siendo sensiblemente más baja sobre todo en el área reservada al campismo", explicó. 
Así para los meses de julio y agosto prevén un lleno parcial rondando el 75% del total mientras que las cabañas de gama alta están prácticamente al 100% quedando libres las más económicas. Con el establecimiento de la nueva normalidad, los campings tuvieron que adaptar sus dinámicas diarias que afectan directamente a huéspedes y personal de trabajadores, que son los que realmente tuvieron que asumir un cambio de hábitos integral. Además en las zonas comunes como el supermercado, cafetería, piscina, restaurante, zonas verdes y deportivas se mantienen los protocolos de distancias, desinfección o aforos limitados, entre otros, y la obligación entre los usuarios de llevar mascarilla siempre y cuando no sea posible mantener la distancia mínima de metro y medio recomendada por las autoridades. "Las medidas son mucho más estrictas para los trabajadores y es compresible, ya que en todo momento debemos de garantizar la seguridad de nuestra clientela", afirmó Gómez. Unas indicaciones que parten desde el momento de entrada  al recinto pasando por zonas comunes, vestimenta de empleados o frecuencias en la limpieza. Todo porque según su gerente ,"nos jugamos mucho".

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