Opinión

Hay que parar a Pedro Sánchez

Hay que parar a Pedro Sánchez dada la política cortoplacista que está imprimiendo a su gobierno, pensando en réditos exclusivamente electorales, y su afán de gobernar; sin tener en cuenta el interés general y a largo plazo de la nación española, que es lo que hay que tener en cuenta para el logro de los objetivos y defensa de lo que de verdad interesa al Estado Español; y lo que voy a manifestar, como es lógico, es una opinión exclusivamente personal.

Los últimos acontecimientos, apoyándose para gobernar en partidos  separatistas, (con partidos nacionalistas se intentó gobernar por diferentes gobiernos y se demostró el fracaso de apaciguarlos concediendo competencias, inversiones que no dio lugar a resultado positivo alguno), pero en este caso intenta gobernar con partidos separatistas, como ERC que se rebelaron contra la unidad de la nación española, y condenados por el Tribunal Supremo por sedición, y que vienen reiterando constantemente, y en todos los lugares, que no se arrepienten y que van a intentarlo de nuevo cuando lo consideren conveniente, y el diálogo que quiere abrir Pedro Sánchez con los indicados partidos, le dicen que todo está supeditado al objetivo final de los mismos, de independencia respecto a la nación española, y asimismo con Bildu que es el brazo político de ETA.

Por otra parte, la coalición de gobierno con Unidas Podemos, que con anterioridad a las elecciones de noviembre de 2019, manifestaba que no dormiría tranquilo, teniendo como ministro a Pablo Iglesias y que incluso no pactó con ellos, a pesar de la renuncia de Pablo Iglesias a entrar personalmente en un gobierno con una coalición, PSOE-Unidas Podemos; y después de las elecciones de 2019, pactó en la misma noche de los resultados electorales, con Unidas Podemos, sin explorar posibles coaliciones con otros partidos y dando entrada en el gobierno a Pablo Iglesias reforzando su poder con una Vicepresidencia; coalición con Unidas Podemos con un programa en muchos aspectos extremista en contra de la convivencia entre los españoles, como sería el reforzamiento de la Ley de la Memoria Histórica, un proyecto de Ley de Educación muy partidista sin pactar con otros partidos, que producirían enfrentamiento entre españoles; y un largo etc.

Felipe González y Alfonso Guerra, anteriores presidente y vicepresidente del Gobierno, en declaraciones públicas, manifestaron que el PSOE actual no es el de la Transición y que no están conformes con la deriva actual del partido, y así lo manifiestan también públicamente, diversos varones territoriales del partido, que ya hicieron dimitir a Pedro Sánchez de la Secretaría General del PSOE en el año 2016.

En las circunstancias actuales, la única solución para parar a Pedro Sánchez, es que una fracción del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, no esté dispuesto a apoyarle en esa deriva, y le de una advertencia en consecuencia, y estimo que esa conducta no es una traición al PSOE sino que dentro del partido puede haber un grupo que no esté de acuerdo con la política del partido y así lo manifiesten, como se observa en otros estados de Europa, que un grupo de parlamentarios se distancian de la política oficial del partido ya que el interés general de la nación y la propia personalidad y dignidad de los diputados está por encima de una disciplina de obediencia a todo trance dentro del mismo. Además eso es lo que está recogido en la Constitución Española, en el artículo 67 que dice que los diputados no están sujetos a mandato imperativo alguno, avalado por sentencias del TC entre ellas la 10/1983 de 21 de febrero que dice: “no es teóricamente inimaginable un sistema de democracia mediata o indirecta en la que los representantes estén vinculados al mandato imperativo de los representados”. Esto ocurrió en el propio PSOE que en la investidura de Rajoy como Presidente del gobierno en noviembre de 2016, el PSOE acordó abstenerse en la indicada investidura para que Rajoy fuese Presidente, y, en cambio, votaron que no aprobaban la línea oficial y se oponían a la Investidura de Rajoy 15 diputados; entre los que votaron que no, están muchos cargos importantes en la actual  nomenclatura del PSOE.

De todas formas, si Pedro Sánchez no hace caso de la advertencia y no cambia su política, y forzado finalmente por su partido tuviera que dimitir, al PSOE le correspondería otra vez encabezar una investidura a la Presidencia del Gobierno, al ser el partido más votado en las elecciones de noviembre de 2019.

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