RODRIGO CONDE. Remero moañés, quinto en el Mundial

"Nuestra idea es pelear por una medalla en Tokio"

Rodrigo Cönde (izquierda) celebra con su compañero Manel Balastegui su posición en el Mundial.
photo_camera Rodrigo Cönde (izquierda) celebra con su compañero Manel Balastegui su posición en el Mundial.
El remero Rodrigo Conde (Moaña, 1997) logró este pasado fin de semana en el Mundial de Austria, junto a su compañero Manel Belastegui, un meritorio quinto puesto en la final de doble scull ligero.

Pero, más allá del resultado, el dúo español clasificó su barco para los Juegos Olímpicos de Tokio, algo con lo que Conde lleva soñando desde muy pequeño.

Esta fue su segunda experiencia en un mundial sénior, ¿cómo ha sido?
Fue mi primer mundial preolímpico, pero el segundo sénior, y ha ido muy bien. Ha sido un salto de nivel muy grande comparado con el año pasado, en el que conseguimos entrar en la final pero de una forma muy distinta. Estoy muy contento con la progresión del bote y, sobre todo, con el resultado y la clasificación para Tokio.

Empezaron la final con muy buen ritmo y al final no pudieron aguantar, acabando quintos. ¿Jugaron una mala pasada los nervios?
Nosotros sabíamos que las condiciones ese día no eran las más favorables para nosotros, que no somos para nada el equipo más fuerte de la competición. También somos mucho más jóvenes y tenemos menos experiencia en este tipo de regatas. Esta fue 40 segundos más larga que la que hicimos el sábado, por lo que se nos hizo bastante larga. Además de eso, aunque puede sonar a excusa, había bastante diferencia entre las calles, pues el viento no entraba igual para todos y las calles se repartieron de forma que los que tenían mejor tiempo el sábado tenían menos viento en contra. De ahí que hubiera tanta diferencia de las semifinales a la final. No digo que hubiésemos hecho medalla si la pista hubiera estado igual para todos, pero no estaríamos a once segundos, seguro. Nos quedamos a menos de 80 décimas del mejor tiempo el sábado y en la final fueron intratables. Pero nosotros sabíamos que el viento no nos favorecía, salimos con lo que pudimos y nos la jugamos. Contra equipos de ese nivel, o estás al cien por cien o no hay nada que hacer. En cuanto uno tiene un poquito de ventaja, se nota mucho. 

Han conseguido clasificar el doble scull ligero español para Tokio, ¿se ve participando en los Juegos?
Claro que me veo participando en Tokio. Ahora mismo no creo que nadie nos pudiera quitar el puesto. Primero tendría que demostrar que nos gana individualmente y luego que hace correr el barco más que nosotros dos juntos. Me parece bastante complicado, y sobre todo viendo el rendimiento que tuvimos en este Mundial. 

¿Podría hacer un balance de la selección española de remo en el Mundial? Esta vez se han conseguido clasificar tres barcos.
Ultra positivo. Llevaba mucho tiempo sin clasificar tantos barcos en un Mundial, no en una repesca, y han dado un nivel espectacular. Han conseguido tres quintos puestos, pero si las condiciones en la final fueran iguales que las del sábado podría haber sido más apretado. 

Sería el primer moañés en disputar unos Juegos Olímpicos.
Eso lo dice alguna gente y luego otros dicen que en 1950 un futbolista sub-23 de Moaña compitió en México. No quiero decir que sí ni que no, no me hace falta ser el primero. Ser olímpico ya es más que una alegría. 

¿Y cómo se siente ante la posibilidad de competir en Tokio?
Es un sueño cumplido. Empecé en banco móvil de cadete e ir a los Juegos Olímpicos era lo que siempre se hablaba. Luego veías a David Cal y los piragüistas que lo conseguían, pero en remo no había mucha gente. De pequeño era una locura para mí. Lo hemos conseguido y es algo muy grande. 

Juan Zunzunegui y Suso González fueron los últimos remeros olímpicos de Vigo y su área. ¿Qué significa para usted recoger su testigo?
Son muy amigos míos los dos, nos llevamos muy bien y ser el siguiente es todo un orgullo, después de tantos años. 

En un sólo año ha pasado de ser campeón del mundo sub-23 a conseguir la clasificación olímpica, ¿cómo ha sido este gran salto para usted?
Ya en 2016, cuando remaba con Adrián Mitjavila, conseguimos ser campeones del mundo sub-23 y nos habíamos quedado a tres segundos de entrar en los Juegos en la repesca olímpica para Río. Desde aquella, ha sido una lucha continua día a día y con la idea muy clara. Ha habido altibajos porque en tres años pasan muchas cosas y es muy duro estar tanto tiempo entrenando a ese nivel y lejos de casa. Pero ha valido la pena. Hemos conseguido el objetivo, y a lo grande. 

¿Cómo va a afrontar este próximo año con Tokio en el horizonte?
Por ahora, unas vacaciones, que las disfrutaré todo lo que me permitan. Luego, a empezar a entrenar poco a poco, pero con la motivación de unos Juegos Olímpicos, que no la he tenido ninguno de estos años. Sinceramente, creo que vamos a dar un salto muy grande. Nuestra idea es pelear por una medalla en Tokio. 

¿Tiene algún nuevo reto en mente para después?
Se nos termina la categoría de peso ligero y supongo que comenzaré a remar en peso completo. Pero, sinceramente, me gustaría probar algún año un Ironman. Es una modalidad que me llama mucho la atención. Ya he competido alguna vez en triatlón, pero me gustaría ir un poco más lejos y probarlo. n
 

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