val miñor

"Un náufrago sobrevive varias semanas sólo con agua de mar"

Vital Alsar, en el paseo de Baiona ante la replica de la Pinta.
photo_camera Vital Alsar, en el paseo de Baiona ante la replica de la Pinta.

El explorador Vital Alsar explicó en Baiona sus aventuras en balsa por los océanos

nnnEl explorador y pacifista cántabro afincado en México,Vital Alsar Ramírez, estuvo en  Baiona en el Museo Casa de la Navegación acompañado por familiares y amigos. Nacido hace 83 años en Santander, lleva más de medio siglo navegando por los océanos Atlántico y Pacífico en naves de todo tipo: desde balsas de madera hasta carabelas españolas. Y siempre con un mismo propósito: promover y defender la comunicación y la paz mundial. Su relación con Baiona, se retrotrae a varias décadas atrás; en concreto, al año 1981 cuando visitaba la fortaleza de Monte Real  y alguien me dijo “sabía usted que aquí murió el primer indígena de América” e  imaginó a ese aborigen metido en una embarcación como La Pinta "arrumbado debajo de la sentina,  en los meses de enero, febrero y marzo  y pensé que era importante hacer un homenaje al primer americano que murió en Europa. Desde entonces tengo una conexión especial con la villa”. En la actualidad, Alsar escribe su cuarto libro, en el que "por supuesto hablo de Baiona también”. 
    Pese al tiempo transcurrido desde 1492, sostiene que España no ha conquistado América todavía, "son ellos los que nos conquistaron a nosotros, que nos quedamos allí”, proclamó antes de indicar que en las celebraciones del V Centenario se perdió la oportunidad de unir el sentimiento de dos pueblos. 
     Aunque se siente fascinado por la historia del Descubrimiento, si bien opina que "España no descubrió América, solo la encontró", la razón principal que le impulsó a navegar es la de ser nieto de pescadores. “Mi madre me dejaba con mi abuela y yo sabía que cuando sonaba la campana era porque un barco no había conseguido llegar a puerto", explicó. Con tres o cuatro años se metía entre las faldas negras de las pescadoras y "mi abuela me tapaba con su toquilla mientras oía los gritos  y el llanto de desesperación de la gente".  
Ese fue el resorte que le llevó más tarde a pensar  que "debía hacer algo por las personas que  son víctimas de un naufragio". Durante la mili en Marruecos, leyó un libro sobre la Kon-Tiki: la expedición que Thor Heyerdahl realizó sobre una balsa a lo largo del Pacífico. Fue esta lectura la que provocó su interés por imitar la proeza.
    En 1966 llegó a Ecuador donde reunió a doce hombres de ocho nacionalidades y los instruyó en la necesidad de hacer un homenaje al ser humano sin fronteras. Consiguió demostrar  que se puede sobrevivir en una balsa tres o cuatro semanas mientras llega el rescate, bebiendo agua de marque y las corrientes de agua del Pacífico estaban invertidas .
    Navegó siempre en balsa y sin timón. En su primera expedición, la balsa naufragó después de 143 días de navegación porque el teredo, un gusano xilófago, devoró la madera. En su segundo intento, en 1970, viajó de Guayaquil a Mooloolaba  en  161días y en 1973 probó suerte otra vez  con un trío de balsas aprovechando la corriente de Humboldt enlazando de nuevo ambos países. En 1980 cambió las balsas por bergantines y emuló a Francisco de Orellana realizando la misma ruta Llegó a Belem do Pará, en Brasil. 
    En sus casi 50 años de singladura siempre navegó bajo la bandera de la paz, "un trapo blanco que simboliza la conciencia del ser humano cuando está libre". Esa fue la bandera que ondeó siempre, "con grandes dificultades por todos los países que hemos recorrido”, y que le ha valido la declaración de persona no grata en Estados Unidos, México y España. 
    "El peligro no existe, está en el miedo que acompaña al ser humano. Cuando descubres que la Tierra es una gran casa pierdes el miedo", dice. Se define como ciudadano del mundo aunque ahora  afirma que está consiguiendo "ser ciudadano universal". En 1982 participó en la  construcción de "La Marigalante", réplica de la ‘Santa María’. n

Te puede interesar