CELTA

Carlos Mouriño ultima la venta del Celta al Citic Group chino

El presidente y máximo accionista del Celta, Carlos Mouriño, en su última rueda de prensa.
photo_camera El presidente y máximo accionista del Celta, Carlos Mouriño, en su última rueda de prensa.

La operación puede cerrarse antes de final de año por un montante aproximado de 150 millones de euros

Carlos Mouriño, presidente y máximo accionista del Celta, ultima la venta del club al Citic Group chino. La operación, según fuentes consultadas por este periódico, está muy cerca de cerrarse. El Celta podría cambiar de manos antes incluso de que acabe el año y la operación reportaría al empresario vigués unos 150 millones de euros, según publicó ayer el diario "As". De este modo, Carlos Mouriño pondría punto final a una etapa de algo más de diez años al frente de la entidad celeste, iniciada cuando a mediados de 2006 se hizo con el paquete accionarial del expresidente Horacio Gómez a cambio de 5 millones.
Mouriño avanzó el pasado 8 de septiembre cuáles eran sus intenciones. Reconoció que estaba meditando abandonar la presidencia y señaló tres opciones: dejar el club en manos de alguno de sus hijos, nombrar a Antonio Chaves como presidente ejecutivo o vencer sus acciones. Ese mismo día se encargó prácticamente de descartar las dos primeras opciones: una por las obligaciones de sus hijos al frente del conglomerado empresarial familiar en México y la otra porque Chaves, su director general, le había comunicado tiempo atrás que dejaría el Celta cuando él lo hiciera. Quedaba, por tanto, la opción de la venta. Mouriño afirmó ese día que manejaba dos ofertas, pero lo cierto es que en uno de esos casos –con el grupo chino Citic– las conversaciones estaban ya muy avanzadas desde hace meses.
Citic Group Corporation es una compañía de inversión estatal china fundada en 1979 con el nombre de China International Trust and Investment Corporation. Tiene decenas de sucursales en China y en otros países, como Estados Unidos, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, y ha realizado inversiones en diferentes campos. Sin ir más lejos, en 2011 se hizo con la propiedad de la porriñesa Gándara Censa, empresa de calderería que pertenecía en un 65% al propio Carlos Mouriño y por la que el grupo chino pagó entre 45 y 50 millones de euros.
En el caso de Censa, Citic dejó su gestión a directivos locales –un camino que podría seguir con el Celta– y, a pesar de los problemas económicos que ha tenido la empresa porriñesa debido a la crisis internacional de la minería en los últimos años, la intención del grupo es seguir invirtiendo en ella para reconducir su situación.
El acuerdo entre Carlos Mouriño y Citic Group está a punto de cerrarse, pero hay detalles por definir. Al grupo chino le interesa hacerse con un porcentaje de acciones superior al 52,26% que el empresario vigués tiene en la actualidad. El propio Mouriño ha intentado comprar acciones recientemente para aumentar ese porcentaje y, además, en su último desayuno aseguró que le había planteado a sus hijos la posibilidad de invertir los 8 millones de euros que le debe el club –debido a dos préstamos realizados en la época más complicada del Celta en el plano económico– en una ampliación de capital. El presidente aseguró que de este modo quedaría claro que el equipo no había dejado de reforzarse para saldar la deuda que tenía con su conglomerado empresarial –el Grupo Corporativo Ges–, pero lo cierto es que esa ampliación le permitiría aumentar su porcentaje de capital social, satisfaciendo de este modo los intereses de Citic, cuya intención es hacerse con el control del club antes de final de año.

El negocio de Mouriño
Si la operación finalmente se concreta, el negocio sería redondo para Carlos Mouriño. El empresario vigués, afincado en México durante décadas, ha invertido en torno a 20 millones de euros en el club, sumando a los 5 millones de euros que le pagó en 2006 a Horacio Gómez por su paquete accionarial, los 2 que invirtió en una ampliación de capital, los 5,5 que le pagó a Abanca por las acciones que había capitalizado y los 8 de sus préstamos. La inyección realizada por Mouriño en diferentes momentos hizo que el club saliese adelante a pesar de sus graves problemas económicos, pero su paso por el Celta está a punto de convertirse en una magnífica operación para él. La venta de sus acciones a Citic Group se cerrará, si no surgen problemas de última hora, en unos 150 millones de euros, por lo que la ganancia neta para el empresario vigués será de 130 millones.
El interés mostrado por la compañía de inversión china ha sido tan fuerte que ha llevado a Carlos Mouriño a cambiar de opinión, puesto que a lo largo de los últimos años aseguró en varias ocasiones que nunca vendería el Celta a fondos de inversión extranjeros, algo que ahora está a punto de suceder.
La incógnita, si se concreta la operación, es qué sucederá con el club vigués. No será, en cualquier caso, el primer equipo del fútbol español controlado por grupos o empresarios asiáticos. El Málaga pertenece desde hace varios años al jeque qataría Abdullah bin Nasser Al Thani, mientras que el Granada y el Espanyol pasaron este mismo año a manos chinas.
La Unión Deportiva Las Palmas también pudo ser vendida este mismo verano, según aseguró su presidente y máximo accionista, Miguel Ángel Ramírez, que desveló haber recibido dos propuestas, una por 150 millones de euros.n

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