El hecho mismo de que no haya un sí todavía da más opciones al no. Sin embargo, en casa Celta se asegura que no hay una decisión tomada sobre la continuidad de Felipe Miñambres como director deportivo de la entidad, ya que su contrato acaba al final de la presente temporada. El actual panorama, con las competiciones detenidas por la pandemia del coronavirus Covid-19 y sin haber certeza siquiera de que se puedan retomar, ralentiza también la toma de decisiones en el seno del club, que por el momento prefiere atender a cuestiones más perentorias y confía en alcanzar un horizonte con más certezas para inclinarse hacia un lado u otro en una cuestión que puede marcar el diseño de las próximas temporadas.
El gran problema es esa incertidumbre. De entrada, el Celta no tiene asegurada su continuidad en Primera División, una circunstancia que sí estaba mucho más encaminada cuando Miñambres renovó en el cargo por dos temporadas en enero de 2018, con Juan Carlos Unzué en el banquillo y el equipo alejado de las plazas de descenso. Ahora, la situación es mucho más incierta, sumándose además a una pasada campaña en la que la permanencia no se aseguró hasta prácticamente el final.
Con todo, el Celta aclara que Miñambres trabaja a diario en el diseño del próximo proyecto como si fuese a formar parte de él. El seguimiento de jugadores, la elaboración de listas de posibles objetivos en el mercado y las primeras conversaciones con los agentes continúan siendo el día a día del director deportivo.
Él mismo, cuando ha sido cuestionado al respecto, ha mostrado su predisposición a seguir en el cargo. Aún así, las dos partes tienen la posibilidad de estar teniendo ya otros contactos para el futuro.
La plantilla, también en impás
nnnAvanzar en la toma de decisiones en este presente incierto es complicado para todas las partes. Incluso, cabe la posibilidad de que los contratos se alarguen de forma automática si la competición liguera se va más allá del 30 de junio, aunque este extremo presenta tantos viricuetos legales que varias voces han dudado de su posible plasmación, entre ellas las del propio director deportivo celeste, Felipe Miñambres, o del jugador céltico Denis Suárez. Por eso, el Celta envía el mismo mensaje sobre las renovaciones de futbolistas pendientes: todo en pausa.
Sergio Álvarez y Juan Hernández terminan sus contratos el próximo 30 de junio. Además, hay seis célticos –Olaza, Pape, Rafinha, Murillo, Bradaric y Smolov- que están cedido por otros clubes en el vigués. Qué hacer con cada uno de ellos, además de con los futbolistas cedidos por la entidad celeste –Emre Mor, Robert Mazan y Jozabed Sánchez–, es lo que deben dilucidar Miñambres y los dirigentes del Celta.n
