Opinión

Minifundismo

Mientras en Portugal los tres puertos de la Región Norte (Viana do Castelo, Duero-Oporto y Leixoes) se han fusionado manu militari bajo una misma gestión y con mando único, en Galicia circulamos por dirección contraria y no sólo hay cinco autoridades portuarias del Estado pese a haber menos población sino que todas compiten entre ellas por lo mismo y cada vez más. Ocurre también en los aeropuertos, donde hay otros condicionantes al tratarse de viajeros convencionales y también de entrada y salida de turismo. En los puertos, los tres de las Rías Baixas rivalizan con crudeza: Vigo contra Marín y Vilagarcía por lo mismo -tráfico general, sobre todo, y contenedores- mientras Ferrol y Coruña se pelean por graneles y otros servicios, hasta el punto de haber construido dos muelles exteriores uno frente al otro, lo que ha supuesto una deuda millonaria para ambas autoridades portuarias que Papá Estado no tendría que perdonar, aunque la política manda y Un Buen Relato lo arregla todo.
Ahora también Marín quiere su parte del pastel en los cruceros, y es lógico que así sea, una vez que cada puerto está a lo suyo, lo que exigirá una fuerte inversión con ya veremos qué resultado. Vigo, como no se puede quedar parado, construirá otra terminal de pasajeros que sirva también para mercancías y al mismo tiempo un muelle exterior en Bouzas. O eso, o echar el cierre antes o después. No hay alternativa, aunque el neoconcejal Xabier Pérez Igrexas del BNG no lo acaba de ver y confunde las terminales marítimas con los puertos secos, que son cosas complementarias pero distintas. El minufundismo es así, tan gallego como la gaita o los furanchos.

Te puede interesar