DE GUARDIA EN VIGO

Menos paquetes y más distanciados

El servicio de Correos sigue operativo con la mitad del personal, unos cien carteros, en las calles de la ciudad.
photo_camera El servicio de Correos sigue operativo con la mitad del personal, unos cien carteros, en las calles de la ciudad.
Repartidores y carteros siguen trabajando aunque con menos efectivos y priorizando las entregas urgentes frente al comercio online que aumenta su actividad frente a los particulares

nnn Pese al estado de alarma y el confinamiento, la labor de los repartidores de paquetes, los mensajeros y de los carteros continúa. En estas semanas las características del sector han variado, si bien Correos no considera urgente los artículos procedentes del comercio online, este sector ha aumentado durante la crisis. Muchas empresas pequeñas se especializaron en atender esta demanda.
Por otra parte, con el cese de gran parte de la producción, grandes empresas de mensajería renuncian al servicio de sus autónomos locales que deben reconvertirse, cambiando envíos por entrega de comida a domicilio.
El servicio postal tradicional se enfrenta a la crisis con servicios mínimos, con la mitad del personal en casa. “Es una manera de asegurar la distancia mínima entre los trabajadores en las mesas de reparto”. Así, Guillermo Mesejo, representante del Sindicato Libre de Correos, calcula que un centenar de carteros recorren cada día las calles de Vigo.
Están en casa los mayores de 60 años y los que forman parte del grupo de riesgo (asmáticos, hipertensos o con problemas cardíacos) por motivos de prevención. Cada trabajador en activo cuenta con su botella individual de gel, guantes y mascarillas. En todas las oficinas se instalaron mamparas de metacrilato y se adelantó media hora el cierre de las instalaciones. “Entre los carteros hay de todo, hay quienes lo toman con tranquilidad, pero también tenemos compañeros que tienen mucho miedo al contagio”, reconoce Mesejo.
Asegura que pese a la reducción en la plantilla, la redistribución del trabajo en las oficinas agiliza el proceso para que el retraso en la entrega sea el menor posible.
En cuanto al volumen del correo, desde el colectivo aprecian una reducción de los envíos entre empresas y particulares. “El Real Decreto considera un servicio esencial con respecto a la correspondencia ordinaria, la que tiene valores añadidos del comercio online no se incluye”, asegura el representante sindical.
Complementan la actividad de Correos, numerosas empresas de transporte de paquetes y mensajería en el área viguesa. Halcourier, con sede en Mos, es una de ellas. Aunque con un bajón importante en los pedidos, siguen abiertos como mensajería urgente. “Hay muchas empresas que cerraron pero atendemos otros suministros como los suministros médicos”, aclara Miguel Ferro. Los mensajeros locales que se mueven en el núcleo de la ciudad también se tuvieron que adaptar. Un ejemplo es Tino Mera, de Bici Postal, que cambió los paquetes de Seur por los encargos de comida a domicilio, aunque mantiene encargos de las empresas que aún peramencen abiertas. 

“Es imposible desinfectar 500 paquetes al día”

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 Miguel Ferro trabaja en  Halcourier, un empresa dedicada a la mensajería urgente. “Seguimos trabajando sin restricción, hay muchas empresas cerradas, lo que supuso un bajón importante en el volumen de trabajo”. Asegura que continúan abierto que tienen que dar servicio a empresas de suministros médicos, muchos destinados al hospital y de automoción. Por ahora sigue una plantilla amplia, quince repartidores y once en oficinas, aunque varios con un ERTE a media jornada.
Entre los sistemas de protección, tienen gel, mascarillas y guantes, aunque Ferro advierte que no son fáciles de conseguir. En cuanto a la mercancía, “es imposible desinfectar 500 paquetes al día que recibimos”. 

“Perdí la mitad de mis entregas, las de Seur”

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Tino Mera es un mensajero autónomo en Bici Postal, una propuesta ecológica de entrega de paquetes y documentación. “En la ciudad hago los repartos en bicicleta, soy de Lausanne, en Suiza, allí las pendientes son mucho más pronunciadas que en Vigo”. Estos días está usando la moto porque con el confinamiento, tiene menos entregas, pero más distanciadas. “Entregaba entre 40 y 50 paquetes de Seur, pero con el estado de alarma lo cancelaron, perdí la mitad de las entregas y a cambio me está surgiendo nuevos clientes cada día, me llaman para cosas nuevas como entrega de comida a domicilio”. Mera sigue con clientes en las empresas. “Estos días estoy yendo mucho a la Cámara de Comercio desde el Puerto”.

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