El control de la temperatura corporal es una función vital en la mayoría de los animales, incluidos los mamíferos, pero este proceso no solo es importante desde un punto de vista fisiológico, sino que diversas reacciones bioquímicas del organismo son dependientes de la temperatura, afectando a cuestiones como la velocidad de las mismas o a la conformación de las estructuras resultantes. En el Laboratorio de Neurociencia llevan más de diez años investigando sobre estas cuestiones y parte del fruto de este trabajo acaba de ser publicado en la revista científica "International Journal of Molecular Sciences" en un artículo en el que recopilan la información más actualizada sobre este tema y con nuevos datos sobre la implicación de los denominados canales TREK en la termorrecepción.
Firmado por José Antonio Lamas, director del laboratorio, y los investigadores Lola Rueda y Salvador Herrera, el artículo explica como la termorregulación implica tanto estructuras del sistema nervioso central (hipotálamo) como del sistema nervioso periférico, del que forman parte los termorreceptores, que se alojan mayoritariamente bajo la piel. Por otra parte, en el sistema nervioso autónomo, que se encarga del control visceral, también se demostró claramente la presencia de receptores sensibles a la temperatura.
En los mamíferos, el mecanismo molecular mediante el que se percibe la temperatura, tanto del ambiente exterior como del propio cuerpo, se asumió ya por parte de la comunidad científica cómo algo complejo. En este sentido, desde el laboratorio vigués explican que clásicamente se asocian con la termorrecepción unos canales llamados TRP, del inglés Transient Reception Potential. “Cada vez hay mayor cantidad de evidencias de que otro tipo de canales están implicados en la termorrecepción, son los canales de potasio de doble dominio de poro (TREK)”, explica Lamas, a lo que añade que desde el Laboratorio de Neurociencia llevan años estudiando los canales TREK en tejidos como son el ganglio nodoso y el ganglio cervical superior, y solo muy recientemente en otros tejidos como el corazón.
Las células si se vuelven excitables hunden el sistema
“En esta revisión recopilamos la información más actualizada en relación los canales TRP como integrantes del mecanismo de termorrecepción; pero además damos los datos más actuales que apoyan la implicación de los canales TREK en la termorrecepción, proponiendo un mecanismo integral en el que las TREK actuarían como regulador a la baja de la termorrecepción en rangos intermedios de temperatura ( 15 a 40 grados), modulando el papel de los canales TRP", recalca Herrera. Según los autores, la activación de los canales TREK produce una reducción de la excitabilidad de las neuronas, lo que se considera como un mecanismo de neuroprotección, ya que si las células se vuelven demasiado excitables se produce un mal funcionamiento del sistema. “Esta hiperexcitabilidad podría causar la muerte celular por acumulación de calcio”, explica el investigador, a lo que añade que fisiologicamente la activación de TREK contribuye a que el sistema nervioso central pueda descartar estimulación que resultaría irrelevante, “por ejemplo, la sensación del cambio de 1º o 2º C”.