Opinión

Mala imagen

Tito Álvarez, uno de los portavoces del gremio del taxi y el abogado Elpidio Silva, se han ido al Parlamento Europeo con la esperanza de que allí tomen en cuenta las reivindicaciones de los taxistas y su batalla contra las VTC.
Es la primera iniciativa "política" que adoptan los taxistas desde que comenzaron sus movilizaciones que tan mala imagen les está reportando.
Y es que en estos momentos los taxistas tienen un problema, un problema al que no están sabiendo dar respuesta y es cómo combatir su mala imagen.
Estoy entre quienes creen que tienen razón en sus reivindicaciones que se pueden resumir en que las Administraciones exijan a las VTC las mismas condiciones para trabajar que a los taxistas.
Porque se trata de eso, de que no haya competencia desleal, de que unos tengan privilegios que no tienen los otros.
Pero los taxistas no han sabido explicar sus razones, y las iniciativas que han puesto en marcha para reclamar lo que creen justo, han logrado enfadar a buena parte de la ciudadanía.
Sí, han fracasado en eso tan moderno que llamamos "comunicación", y el fracaso ha sido estrepitoso.
Tienen enfrente a adversarios formidables, porque detrás de las VTC hay grandes empresas, algunas con intereses en el mundo de la comunicación y por tanto con equipos de comunicación que vienen bordando la defensa del negocio de las VTC presentando a estas empresas como víctimas de los taxistas.
Si accediéramos a los nombres importantes, políticos incluidos, que tienen intereses directos o indirectos en estas plataformas que son las VTC, y tuviéramos noticia precisa de quienes forman parte de sus accionariados, comprobaríamos que lo que está pasando es la lucha de David contra Goliat y que los taxistas tienen pocas posibilidades de ganar la batalla. Pero es que además están equivocándose en su estrategia para ganarla.
La violencia, los insultos intolerables hacia el ministro del Interior, son parte de los errores que están en el debe de los taxistas que parece que aún no han comprendido que no basta con tener razón sino saber defender esa razón para que los demás te den la razón.
Mientras, hay que decir alto y claro que los verdaderos responsables del conflicto no son otros que los gobiernos, el Gobierno de España en primer lugar, siguiendo pos los autonómicos y municipales. Resulta insólito que el ministro Ábalos se lavara las manos desviando el conflicto a los gobiernos autonómicos y algunos de estos traspasándoselo a los ayuntamientos.
Los gobernantes tienen que dar solución a los problemas y por tanto dar respuesta a que modelo de ciudades queremos y si van a dejar el transporte son regular en beneficio de intereses privados.
Puede que dentro de unos años haya quienes se lamenten de estar permitiendo que poco a poco desaparezcan los taxistas. En San Francisco, ciudad que prácticamente ha desterrado a los taxistas, ya lo están lamentando.
En fin, si el sector del taxi quiere que los ciudadanos entiendan sus razones deben plantear la primera línea de la batalla en la comunicación y buscar portavoces adecuados.
Puede que aún no sea demasiado tarde.

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