Opinión

La ciudad de los "Easy Riders"

La semana pasada participé en una conferencia de la Universidad de Vigo en Pontevedra y más tarde tuve la ocasión de dar un paseo por la ciudad. Hacía más de 10 años que no pisaba tierra pontevedresa y creo que fue durante mis años de Cónsul Honorario. ¡Madre mía; que transformación! Ya saben lo que dice el vulgar refrán; ‘no lo reconocería ni mama’. El hotel estaba en el corazón de toda la zona peatonal y daba gusto ver como se desplazaba el gran número de ciudadanos, incluido una cantidad de familias con niños disfrutando de las tiendas, las cafeterías sin olvidarnos del entretenimiento de algún flautista o ‘estatua muda’ callejero. 
Como soy una persona curiosa tome nota del panorama mientras tomaba una cerveza en una terraza antes de la cena de clausura en un restaurante del centro. No había bicicletas salvo por las calles, ni una moto aparcada, las personas con perro siempre con correa, uno que otro con monopatín, entorno limpio, sin grafiti cutre, pero lo más espectacular era el número de pasos de peatones, todos elevados que obligaban a los coches y motos, los que circulaban debidamente, a no repasar los 20 kms/h. Para confirmar lo que observé, entré en una página web a buscar datos. Esto es lo que encontré; el titulo siguiente: ‘El sueño de la ciudad (casi) sin coches’ con los datos correspondientes. ‘Se ha logrado conseguir que el 70% de desplazamientos son a pie o en bicicleta. La reducción de emisión de CO2 al 70%, victimas mortales pasaron en una década de 30 a 3. En 2016 la policía municipal no puso una sola multa por velocidad, no hay necesidad de radares, los siniestros graves se redujeron en 90%, el centro ha ganado 12.000 habitantes desde 2009’. Concluyó con el premio Hábitat de la ONU por su ordenación del espacio público y el orgullo de que la ciudad de Nueva Orleans estudió el modelo para la recuperación del barrio francés destruido por el huracán Katrina. Pontevedra no es de las ciudades mayores de España, pero con alrededor de 80000 ciudadanos tampoco es una ‘cidade pequena’. Lo más importante es un sobresaliente por la ‘calidad de vida’ de los ciudadanos. 
Pero la Muy Leal no se queda atrás. Ni mucho menos. Empecemos con el complejo de la estación de Urzaiz, seguido por Vigo Vertical, nada menos que financiado totalmente por la Unión Europea que incluye la instalación de escaleras mecánicas, ascensores, la tala de árboles podridos y una pasarela tipo aeropuerto en la Gran Vía. Gracias a Photoshop podremos soñar con peatonalizar la Puerta del Sol, la plaza de América y el carril bici desde Teis a Samil. Pero hay un matiz. Primero hay que concienciar a gran parte de la ciudadanía tanto de a pie como montado en monopatín o un todoterreno. Ejemplo: para muchos los pasos de cebra no existen. Para otros, las aceras humanizadas son ‘café para todos’ y no hablemos de respetar la velocidad de 50 kms/hora. 
Los atropellos y la lucha con el ‘y tu más’ es a diario. De nada sirve andar en bici si una furgoneta de reparto te hace saltar por el aire. Pero en mi humilde juicio el que se lleva la Palma de Oro y el más indisciplinado de todos es la avispa asiática - los motoristas. Esquivando peatones, inundando las aceras, y en algunos casos a 120 por hora por las avenidas igual que Hopper y Fonda en ‘Easy Rider’. Mientras, por ahora, disfrutemos de la tranquilidad de las Cies, Patrimonio de la Humanidad. Ahí sí que hay ‘calidad de vida’.

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