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Una joya en el corazón de Castrelos

La iglesia románica de Santa María Castrelos se encuentra en lo alto de la parroquia, entre los jardines de Quiñones de León y el Monte da Mina.
photo_camera La iglesia románica de Santa María Castrelos se encuentra en lo alto de la parroquia, entre los jardines de Quiñones de León y el Monte da Mina.

La iglesia románica de Santa María sigue pendiente de ser protegida con la declaración de  Bien de Interés Cultural

nnn El entorno de Santa María de Castrelos se convirtió a comienzos de la semana pasada en centro de atención con la romería de As Candelas y San Blas. Una vez más quedó de manifiesto el valor arquitectónico de un templo datado en el siglo XIII, uno de los tres ejemplos románicos que se conservan en la ciudad. Carlos Sastre, doctor en Historia del Arte y miembro de la asociación por la recuperación patrimonial O Sorriso de Daniel considera que “está situada en un lugar privilegiado y conserva su estructura de una manera aceptable, su aspecto es más airoso que el de sus hermanas de Bembrive y Coruxo”.
En el conjunto patrimonial sobresalen elementos por su calidad como la abundante decoración a base de rosetas o los tres óculos del ábside. En la fachada norte (la entrada principal) destaca un motivo castreño grabado en el muro. Su peculiaridad llamó la atención de Castelao que en su libro “As cruces de pedra na Galiza”, la bautizó como “a esvástica do Miño”. Para Xosé Couñago, autor del blog “Patrimonio cultural de Vigo”, demuestra que la tradición decorativa prerromana se mantenía vigente en los canteros populares.
El interior guarda otra sorprensa. En uno de los muros se conservan  restos de pinturas murales de la Baja Edad Media, ilustrando la Adoración de los Magos y la misa de San Gregorio. Junto a ellas se encuentra la inscripción fundacional, a la izquierda del arco de la cabecera: “AAA...ERA:M:CC:L...A...IIII QT ID...”. Carlos Sastre se hace eco del estudio de Pablo Otero Piñeyro, por lo cual recoge una fecha, 1254, que se correspondería con 1216, año en que fue consagrado por Tebra Pelayo Arias, de la Orden de San Juan de Malta.
Como toda buena iglesia medieval, la leyenda también forma parte de su patrimonio: Durante años hasta entrado el siglo XX, la  puerta sur estuvo tapiada. Es de nuevo Castelao quien recoge la explicación en el número 73 de “Nós” que asegura que una pared de piedra se levantó por intervención divina para evitar que un viejo herrero desfigurase por celos a su joven mujer mientras esta rezaba en la iglesia. 
Tras años de peticiones por parte de asociaciones como Amigos de los Pazos o Amigos del Románico, el Concello prepara el expediente para solicitar a Patrimonio la declaración del entorno como Bien de Interés Cultural dentro del Plan Especial de Urbanismo del Monte da Mina. Así, de las tres iglesias románicas tan solo queda Coruxo sin la protección de esta ley de patrimonio.n

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