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El Isfas comunica a su plantilla en Vigo el cierre de la subdelegación

La sede del Isfas está en Gran Vía.
photo_camera La sede del Isfas está en Gran Vía.
La Comandancia de Marina apenas será un buzón para recibir o enviar documentación
n n n  Nueva vuelta de tuerca al caso Isfas. Y contra Vigo. Según ha podido conocer este diario de fuentes directas, la Subdelegación de Personal Civil ha comunicado el cierre de su destino a los funcionarios que dan servicio en Vigo a más de 4.000 personas, de Vigo y del sur de la provincia, dependientes del Instituto Social de las Fuerzas Armadas. Es la clausura efectiva de la subdelegación viguesa. 
Isfas cuenta en Vigo con cinco personas para atender miles de trámites administrativos. El cierre de destino no significa el traslado del personal a la Comandancia de Marina, lugar futuro que el Gobierno central indicaba en una respuesta en el Senado, sino que ese servicio deja de darse. La comunicación a través del departamento de Personal es el último paso para el cese de actividad de la oficina. Los funcionarios han recibido una serie de propuestas de recolocación en destinos en Vigo del Ministerio de Defensa, pero que ya no pertenecen al organigrama de Isfas, que así amortiza plazas y obliga a los vigueses y al resto de beneficiarios de su área de influencia en el sur de la provincia a desplazarse a Pontevedra para resolver cualquier trámite administrativo (o dudas que surgen en cualquier usuario) regresando a Vigo para su tratamiento.
Pese a la promesa de la ministra en funciones, Margarita Robles, a Caballero de que el Isfas permanecería en Vigo, el aparato militar, con el que se está topando de forma continuada el alcalde cada vez que trata con Madrid este asunto, prosigue impertérrito con la decisión de dejar a Vigo sin un servicio público.
El cierre de la oficina en Gran Vía se ha adelantado. Mientras en el portal oficial del Isfas la subdelegación viguesa figura como la única con fecha de caducidad (hasta diciembre, se indica en la web), los funcionarios saben que antes de que finalice el año el servicio será anulado.
El golpe del vallisoletano Alejo de la Torre y el cacereño Salazar a Vigo está planificado desde finales del año pasado, cuando surgió la alerta de que Vigo se quedaba sin un servicio importante. A la Guardia Civil, el cuerpo siempre peor parado en las relaciones entre Fuerzas Armadas, le supone toda una puñalada. Una cuestión que debe afrontar con escaso tiempo el nuevo coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, Simón Venzal.
¿Qué ha cambiado desde la respuesta parlamentaria a hoy? Nada, porque quienes mandan ya habían sentenciado a Vigo hace tiempo. La Comandancia de Marina solo será una ventanilla de recepción de documentación. Eso, además, ralentizará la atención al usuario: no habrá solución inmediata como hasta ahora. “No hay vuelta atrás”, sostuvo el Isfas en Madrid, en mayo, cuando se suponía cerrada la crisis.  Los altos cargos lo declararon ante numerosos testigos en una reunión de trabajo del Área de Acción Social. Antes de eso, en noviembre y por el 40 aniversario del Isfas (Vigo lo alberga desde su fundación), se aprobó la denominada “nueva estructura territorial” para 2019. En la práctica, un lavado de cara. En ese organigrama ya no figuraba Vigo, la única subdelegación en toda España que desaparece. n

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