Opinión

Intencionalidad política

Sospecho que existe en la propuesta de Sánchez sobre  la eliminación del principio de inviolabilidad del rey anunciada  con cierto aroma coloquial, una clara intencionalidad política. Las cosas raramente suceden porque sí y tampoco esta reflexión a vuela pluma -posteriormente descalificada también sobre la marcha por el ministro Ábalos-  tiene pinta de haber brotado por generación espontánea. Ha de haber por tanto propósito en estas palabras del presidente porque si no existiera la intención de cubrir un objetivo y se presentaran de forma gratuita serían aún más absurdas de lo que parecen y mira que parecen absurdas. Absurdas, inconvenientes, temerarias y completamente inútiles. Los comportamientos de Sánchez siempre generan desconfianza y desestabilizan. Tirar esta piedra para nada es el colmo de la estupidez. Por eso digo que algo ocultarán.
El presidente presenta semejante  propuesta nada más perder hasta la camiseta en Andalucía y en plenos fastos constitucionales, un paisaje no cotidiano que envuelve la sorprendente disquisición presidencial en una profunda intriga. Acaso los reveses políticos que están complicando el panorama del primer ministro necesitan de una sacudida que le otorgue fuerza y presencia en sus horas bajas. Acaso necesita  trasmitir al independentismo catalán un argumento que lo mueva al optimismo. Quizá la pobre victoria del PSOE en Andalucía le ha sugerido la conquista de un nuevo camino que se afronte matando y muriendo, lo que incita a tomar decisiones extremas… Quizá esto es lo que pasa. O tal vez ninguna de estas especulaciones son válidas y existe otro motivo.
José Luis Ábalos, ministro de Fomento sin nada que fomentar porque no tiene ni un duro para hacerlo, se ha visto en el dilema de permitir otra peligrosa deriva de su jefe o descalificarla en público  desde la raíz y podarla por el tallo. Al fin y al cabo, en una semana en la que han pasado tantas cosas y se ha dado marcha atrás en tantos momentos, uno más y tan peligroso por cierto, apenas cuenta. Sánchez vivirá intensamente estos momentos saboreando el impacto que crean sus destellos en la opinión pública e inmediatamente levantará el vuelo.  Los demás, se quedan aquí a lidiar la vida.

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