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Identificar campamentos romanos, ahora con drones

El Alto da Pedrada del Parque Natural Peneda-Gerês, en Portugal.
photo_camera El Alto da Pedrada del Parque Natural Peneda-Gerês, en Portugal.
En la actualidad, las nuevas tecnologías como los drones y satélites ofrecen imágenes aéreas imprescindibles para localizar los vestigios de los campamentos militares romanos que colonizaron la península ibérica.
Si las tachuelas de las sandalias o ciertos elementos metálicos eran hasta hace poco los escasos vestigios que permitían identificar campamentos militares romanos que colonizaron la península ibérica, ahora los satélites y los drones ofrecen más certeza sobre estos asentamientos.Las imágenes de satélite o las fotos aéreas fueron imprescindibles para localizar el primer campamento militar romano del norte de Portugal, ubicado en un monte del Parque Natural Peneda Gerês, explica João Fonte, arqueólogo portugués experto en la identificación de estos asentamientos en el noroeste peninsular.
En una zona próxima, en Penedo dos Lobos, en Manzaneda (Ourense), se encontraron en agosto de 2018 restos de tachuelas de las sandalias militares romanas, conocidas como "caligas", y algunas piquetas de hierro usadas para fijar las tiendas, lo que demostró la existencia de este enclave militar. Sin embargo, cuando los campamentos eran temporales, apenas dejaban vestigios, por lo que fue necesario recurrir a otro tipo de tecnología para su verificación.
Se trata del proyecto "Lidar", una tecnología que produce mapas de alta resolución con láser y que se viene usando en la comarca lusa del Alto Minho para la ordenación del territorio y la prevención de incendios forestales. Con el sistema Lidar se logra una descripción detallada de lo que esconde la vegetación y gracias a esta información João Fonte logró identificar el primer campamento militar romano del norte luso, en el Alto da Pedrada del Parque Natural Peneda-Gerês, muy cerca de la frontera con Galicia.
Fonte describe que en este paraje están identificados una muralla, tres puertas típicas de la época, denominadas clavículas y el propio foso. Como eran asentamientos temporales, en la zona no aparecieron ni monedas, ni tachuelas, aunque según los datos obtenidos con la tecnología Lidar se trata de un complejo defensivo de 1.416 metros de altitud que forma parte del entramado militar romano del territorio galaico.
El asentamiento se integra en las veintidós zonas militares romanas que ya fueron identificadas en el noroeste peninsular, entre Portugal y las regiones españolas de Castilla y León, Asturias y Galicia.

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