Pacientes con cita para una prueba de cáncer no acuden, con lo que puede empeorar su pronóstico
n n n Si en un mes normal Cirugía General y Digestiva llegaba a realizar 550 intervenciones, que fue la cifra alcanzada en enero de este año, en abril, en plena pandemia, se hicieron 155. La reducción de las cirugías fue una de las medidas que se adoptaron para preparar al Cunqueiro frente a la pandemia. Cirugía General empezó en marzo a realizar solo operaciones urgentes o las de cáncer que no eran demorables, y en la tercera semana de marzo ante la posibilidad de que el Cunqueiro necesitase más espacios para el coronavirus fue cuando trasladaron equipamiento y personal al Meixoeiro para operar en este último hospital los casos de cáncer y de otras patologías que no podían esperar y que eran su mayor preocupación. Este servicio comenzó ya a principios de mayo a recuperar la actividad quirúrgica en el Cunqueiro. “Son zonas libres de Covid donde operamos con total seguridad”, explica la jefa de Cirugía General y Digestiva, Raquel Sánchez. Lamenta que los pacientes acudan con miedo al hospital porque se han extremado las medidas de higiene y el hospital es seguro. Frente a esto aporta un dato: de enero a abril de este año habían muerto 230.000 personasl en el mundo por Covid, pero se habían muerto en el mismo periodo 2,7 millones por cáncer. “Hay gente a la que estamos llamando para hacerse pruebas de diagnóstico de cáncer que no está viniendo, eso hace que el cáncer avance y el pronóstico empeore. Les da más miedo el Covid que la enfermedad que tienen que probablemente es más grave. Conlleva que puede haber una segunda ola de muertes relacionadas con los que no vienen al hospital por esto”. En su servicio también se resolvieron consultas por teléfono y se mantendrán en algunos casos para evitar desplazamientos innecesarios al hospital. “Tiene que ser un camino doble, cuando es necesario hay que venir porque las consecuencias pueden ser fatales”, concluye.n
