El vuelo de su dron le costó caro a un vigués, que acabó primero detenido y ayer condenado. La Policía le arrestó en 2018 por empujar a un agente que trataba de identificarle para una sanción por manejar dicho aparato sin autorización y en un lugar en el que había miles de personas, ya que era el encendido navideño.
El hombre fue acusado de un presunto delito de resistencia a la autoridad por la que llegó a enfrentarse a nueve meses de prisión, si bien ayer, tras reconocer los hechos en una vista por conformidad celebrada en el Juzgado de lo Penal 3, la condena fue rebajada.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 21,45 del 24 de noviembre del año pasado, cuando agentes del Cuerpo Nacional de Policía avistaron, en la confluencia de las calles Príncipe y Policarpo Sanz, un dron Mavic Pro Model MIP, cuyo propietario lo manejaba con un mando sin contar con la preceptiva autorización. Según relata el escrito de acusación, el aparato sobrevolaba una zona donde había multitud de ciudadanos, niños y familias que se encontraban allí con ocasión del encendido navideño. Ante esta situación, los agentes lograron interceptar al acusado en la Subida al Castelo, momento en que uno de ellos le requirió para que se detuviera y se identificara. El fiscal afirma que el piloto le propinó un empujón que provocó su caída al suelo, para salir corriendo de allí, hasta que fue interceptado de nuevo por otro policía que procedió a su arresto. En la bandolera que llevaba se encontró el dron y el mando.
