FRANCISCO VÁZQUEZ Exalcalde de A Coruña (1983 a 2006), exdiputado (1977-1981 y 1982-2000), exsenador (2000-2006) y exembajador ante el Vaticano (2006 a 2011)

“La globalización no da ideales, y ahí están demagogos y populistas"

Francisco Vázquez gesticula en un momento de la entrevista, el jueves en Bergondo.
photo_camera Francisco Vázquez gesticula en un momento de la entrevista, el jueves en Bergondo.
Francisco Vázquez (A Coruña, 1946) muestra en su casa de Gandarío un grabado en la pared. "Es la casa de mi familia, en Parada de Amoeiro. Cerca del Pazo de Trasalba.

Soy medio ourensano, por la familia de mi padre. Se vino por motivos laborales y acabó casado con una betanceira". El exalcalde de A Coruña va señalando detalles de la vivienda. "Vivimos aquí desde hace cincuenta años. De alcalde era un bálsamo. Mis libros, mis cosas. Cuando era alcalde siempre decía lo del 'segundo del silencio'. Entras en un café y se produce. Todo el mundo calla. Eso te tensiona. Pero la experiencia es muy gratificante".  En 2006, tras 23 años de regidor, se fue de embajador al Vaticano. Detrás estaban los desencuentros con Zapatero por la ley de memoria histórica  –"la mayor deslegitimación de la Transición, recuperamos un frentismo que estaba superado y fue el primer paso para poner en entredicho la Constitución–. Un lustro después regresaría a España, sin el carné del PSOE –"las siglas ya no representan mis ideas"–. Siente que el tiempo le ha ido dando la razón. "Hace muchísimos años que vengo avisando de los peligros del nacionalismo. El problema es no haber entendido que su objetivo último es romper el Estado. 'Hoy paciencia y mañana independencia', como decía Pujol". El jueves regresa al Foro La Región –sede de Afundación, 20,15 horas, Ourense–. "El año pasado fue Roma y ahora, la II Guerra Mundial–. 

¿Cuál será su aproximación a este hito histórico?
Este es un tema inacabable. En el Foro La Región me centraré en el papel de Galicia, y de varios gallegos, en la II GM. No soy historiador ni divulgador, pero sí un lector incansable de cuestiones históricas. Galicia jugó un papel trascendental en la contienda, en el marco de una España neutral. Y ahí estuvieron gallegos tomando parte activa en batallas, en el espionaje.  O en el periodismo, con un ilustre ourensano, Augusto Assía (aka Felipe Fernández Armesto). Un maestro de periodistas, de A Mezquita. Sus crónicas fueron importantes para contrarrestar la propaganda nazi. 

El papel de las personas como motor de la historia. 
Y detrás de cada historia hay una biografía. El único español presente en Normandía, que fallece en las arenas de Omaha, fue un veterano de la Guerra Civil que luchó en Brunete. Siempre hay historias. Y consecuencias, secuelas, que hay que aprovechar para ponerlas de ejemplo. En la charla del jueves presentaré cuestiones que vinculan esta guerra a Galicia. No solo personajes. También la fuga de los prisioneros nazis, la presencia de submarinos o el wolframio. La II GM fue clave. Cambió la sociedad. No en el aspecto geoestratégico. Es el conocimiento del horror nazi. 

El hasta dónde puede llegar el hombre. 
Toda mi vida me impresionó la frase de Camus cuando recibe el Nobel: "Todas las generaciones han tenido la ilusión de cambiar el mundo. La mía es simplemente mantenerlo". Desde Auschwitz el mundo no es igual. Era embajador cuando Benedicto XVI visita y dice: "Es lícito preguntarse dónde estaba Dios en ese momento".

Cumpliéndose 80 años del inicio de la guerra, da la sensación de que esas viejas heridas, cicatrizadas, vuelven a sangrar.
Lo que hay es un gran desconocimiento de nuestra historia por parte de los dirigentes. No solo de España. Miran más el mañana el electoral que el pasado trascendental. Toda la corriente antieuropeísta, es no darse cuenta que estamos volviendo las causas, orígenes, que determinaron la II GM. La UE nace para cerrar eso. Se practica frívolamente un discurso de maldad, excluir a la persona por religión, raza, origen... Nace como reacción a la emigración en el este de Europa y se va extendiendo por Francia, Italia... también voces en España. Esto quiere decir que algo falla en la democracia. También me desesperala deriva ideológica. Olvidarse de que los partidos representan ideas, modelos sociales... a cambio del oportunismo. La  mejor muestra es España: un país bloqueado, con cuatro elecciones en cuatro años. 

¿Le van en paralelo su dolor por España y por el PSOE?
Me preocupa España como patria de las personas. Me siento identificado con ese proyecto. Y me duele que los dirigentes actuales del PSOE, que yo digo que lo okupan, hayan roto con la trayectoria histórica del partido. ¿Que es lo que hace el PSOE de González? Homologar en España el modelo del resto de Europa. Y el PSOE actual lo ha perdido. Ha dejado esas banderas y ha cogido otras muy coyunturales. Como el fundamentalismo medioambiental o la ruptura del modelo igualdad en el discurso de género.  Estas deriva ideológica lo llevan a una connivencia con el nacionalismo, opuesto al socialismo democrático. Primero se impulsa con la mentira y por el otro lado el miedo. En Cataluña ya se dan las cosas cosas.
 

¿No es una exageración?
No. ¿Qué diferencia hay entre los desfiles antorchas de los indepentistas catalanes con los desfiles de antorchas del Berlín del 33? ¿Y entre las marchas sobre Barcelona con los camisas negras de Mussolini? Es lo mismo. Parece mentira que no se ponga en evidencia. Es la trama de la historia. 

¿No es un error combatir eso con nacionalismo español? 
El nacionalismo español es tan rechazable como el otro. Intentan arrogarse en exclusiva la idea de España o el concepto de la patria. Yo defiendo el patriotismo de izquierdas, que es fundamental en este país. Contrarrestó laintransigencia y el integrismo. El patriotismo de los liberales, de la Institución Libre de Enseñanza... Hace unos días hubo unas jornadas en La Toja. González le dijo a Rajoy: "Mariano, comparado con los de ahora, tú y yo somos Churchill". Efectivamente. 

¿La degradación política es un reflejo social?
Lo hemos visto en el debate. Podemos está en las antípodas de mi pensamiento. Pero de los cinco, Pablo Iglesias es el único que... en definitiva, es profesor agregado de universidad. El resto son liberados de sus partidos. Su origen es la burocracia del partido y su futuro es la burocracia del partido. No tienen experiencia profesional, laboral o comercial de ningún tipo. 

El desprestigio de la política hace también que los mejores no quieran meterse ahí. 
La sociedad es cínica a la hora de valorar la política. Un político de hoy está muy mal pagado. Y no es atractiva socialmente. Mientras no se resuelva no tendrá sentido que los mejores vayan a la política. Cuando digo los mejores no me refiero a licenciados de Harvard. Al contrario. Tienen que acreditar experiencia y trayectoria. Uno no va a las instituciones a aprender. Va a servir y gestionar. Y acreditar representatividad social. 

Los de ahora ni quieren ni pueden. Nadie habla de economía, por ejemplo.
El político siempre tiene que marcar el rumbo, no tiene que estar callado hasta que conozca la última encuesta . El reflejo es el debate del lunes. ¿No hablaron de economía por ignorancia? En gran medida, sí. Pero también porque no interesa decir nada inoportuno. España está en el filo de la navaja, con dos presupuestos prorrogados, sin adaptar la política fiscal y con una deuda que es igual al PIB. Pero nadie habla de economía. Si a eso le unimos el desconcierto ante la falta de respuesta del Estado en Cataluña, es lógico que haya un nivel descontento muy grande. Y que aparezcan nuevas propuestas. 

Esa crisis de la socialdemocracia musculó a Le Pen, Salvini...
Posiblemente. Pero más, la crisis del comunismo. Porque se produce una crisis en el que sectores se quedan sin referentes. Y llega la extrema derecha. La socialdemocracia muere de éxito. No ha reflexionado en cómo se mantiene el Estado del Bienestar. Hay que afrontar un modelo de Estado nuevo. 

Se cumplen 30 años de la caída del Muro. El fin de la historia y el triunfo del capitalismo liberal. Pero ahora vuelven las políticas identitarias. ¿Qué pasó? 
Estuve en Rusia hace menos de un mes. Me llamó la atención cómo... bueno, tienen el mejor político a nivel internacional, Putin. El único que tiene una visión global de los intereses de su país. Han recuperado el discurso patriótico. No separan zarismo ni comunismo. Es curioso. La globalización no ofrece ideales. Los jóvenes tienen que tener referentes. Y ahí, en ese momento de desconcierto, se desenvuelven como pez en el agua demagogos y populistas. El debate histórico está muy lastrado por el presentismo: interpretar el pasado según intereses. Eso es lo que lleva a la revisión histórica de la Transición o la Guerra Civil. 

¿Dónde está el límite entre reabrir heridas y la reparación?
La Transición reparó. Pero quedó incompleta en la exigencia histórica de recuperar los cuerpos de las fosas comunes y cunetas. Eso es la reparación. Y no olvidar. 

Defendía la retirada de Franco del Valle de los Caídos. Pero con inteligencia. ¿Le faltó eso al Gobierno?
Usó la retirada de Franco como un arma electoral. El Gobierno cuenta con los abogados del Estado para llevar a cabo la exhumación, necesaria. Y tiene instrumentos para negociar la retirada digna y silenciosa con su familia. Se hizo todo lo contrario. Y se ha vuelto en contra. 

Si el río parecía traer la vuelta del bipartidismo, los acontecimientos de las últimas semanas han provocado una disrupción. ¿Le preocupa Vox?
Lo de Vox se está manejando como arma electoral para meter miedo. A parte de eso, no sé porque hay tanta preocupación por Vox y no la hay por Podemos. 

¿Los pone en el mismo nivel?
Sí. La extrema izquierda y la extrema derecha. Vox al menos se declara constitucionalista. 

Pero rechaza las autonomías. 
Pero es consitucional. No defiendo su modelo y estoy a años luz, por el respeto a los derechos de la persona, emigración... Pero la crisis del bipartidismo también se la han ganado al pulso, con la corrupción.

¿La Gran Coalición es la solución ante este escenario?
O un gran pacto de Estado. ¿Qué lo vayan a hacer? Lo veo difícil. Mi generación no fue capaz. Yo defendía la política de la abstención presupuestario: si gobernaba el PP o PSOE en minoría, abstenerse y evitar que los votos nacionalistas fueran imprescindibles. 

Cataluña impulsó a Rivera. Usted simpatizó con él. 
Precisamente por Cataluña. 

Ahora le pintan bastos. ¿Le apoyará el domingo?
Ya veré a quién voto. 

¿Va a votar?
Voy a votar. Sé lo que no voy a votar, y tengo dudas de lo que votaré. En todo caso con Rivera tenía simpatía por cómo ocupó el espacio que dejó vacante el PSC. Admiré su valentía constitucional .¿Qué pasó? Cometió un error tremendo, de no establecer un pacto de gobierno on el PSOE. También creo en las meigas: el centro en España está maldito, siempre fracasa entre las dos Españas machadianas. El panorama no es para echar cohetes. 

¿Cómo lee a Feijóo? Estuvo en el acto de María Pita. 
Tuvo la inteligencia de asistir al acto como un ciudadano más. En España hay dos buenos políticos que respeto mucho: Javier Fernández –por desgracia, retirado– y él. 

¿Le gustaría verlo en Moncloa?
Sin duda. Sería un buen presidente. Al margen de ser del PP. Es un buen político. Como Fernández. 

¿Y Abel Caballero? Parece que en los últimos años Vigo ha ganado el relato a Coruña.  
Es un magnífico alcalde. Le da un plus adicional a la ciudad. Y sabe poner a Vigo en el foco. Como con las luces, por ejemplo. 

Muy suyo, lo de las luces. 
Sí. Y otras cosas. Mire, no soy fraguista, tuve buena relación con él porque era un hombre de palabra, cosa dificil de encontrar en política. Le daba un plus a Galicia. Y eso es lo que consigue Abel. ¿Mis sucesores? Perdieron el modelo de ciudad. Un trágico error. A mí no me votaba gente solo del PSOE. Derecha, centro... gente que igual no me votaba de diputado. Se sentían a gusto con el modelo de ciudad que construí. Yo miraba en Suiza, Baltimore... viajé mucho. Si estuviera aquí mi mujer diría: 'Es tremendo, saca fotos de papeleras en vez de monumentos'. Yo decía: 'Coño, qué papelera! ¡Pimba!'. 

¿Y Lores?
Un modelo clarísimo. Una ciudad con modelo propio, con calidad de vida muy importante. Un magnífico alcalde. Y siendo del BNG. Siempre para mí es una sorpresa. Debe ser que fue monaguillo muchos años y algo se le pegó en la Sacristía.

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