Me van a permitir que esta semana hagamos doblete con esta sección, pero la ocasión lo merece. Ya saben de lo que les hablo, de la boda de nuestro mejor jugador de fútbol, Iago Aspas, y su ya mujer Jenni Rueda.
Raxó (Poio) fue el lugar elegido para la celebración que la pareja llevó con mucha discreción durante los días previos, pero de la que hemos podido conocer algunos detalles a través de las redes sociales.
Desde luego les digo que el entorno era envidiable, con las Rías Baixas de fondo y un espectáculo de colores que dejó al público boquiabierto. Por algo se llamaba "La boda mágica", un nombre que los invitados emplearon en los 'hastag' de las redes sociales con divertidas instantáneas como éstas que les muestro con jugadores del Celta y de otros clubes como el Sevilla, donde militó hace unos años. Éver Banega, Gerard Deulofeu, Aleix Vidal, Vicente Iborra o Jordi Figueras fueron algunos de ellos. Ahí les ven posando como auténticos modelos junto con el excéltico Nolito. Otro exceleste que asistió a la fiesta fue Nolito y su esposa. También Quique de Lucas o, de los actuales, Brais Méndez, David Costas, Sergio y Rubén Blanco. Vamos, la plantilla.
Los que no podían fallar son dos de los mejores amigos de la pareja que también pasarán por altar próximamente. Hugo Mallo lo hará en unos días en Bueu y Roberto Lago recibió una cariñosa caricatura con su pareja Sara y su hija pequeña.
Por cierto, que me cuentan que el capitán fue uno de lo más divertidos en la fiesta posterior al enlace que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Y no quiero despedir la boda mágica sin hablarles de otra de las grandes protagonistas -con permiso de la radiante novia-. Me refiero a la madre del de Moaña, María Juncal. Elegantísima y muy emocionada, al igual que uno de los hermanos del jugador, Pablo Aspas, que posaba contento junto a su pareja.
La otra boda
Como si de una boda se tratara muchos de los nuevos concejales de Vigo lucieron sus mejores modelitos en el pleno constitutivo del pasado sábado donde, como ya les contamos ayer, no faltaron los lunares, los volantes y mucho color en las vestimentas de ellas. Por cierto que la gran ausente del pleno fue Corina Porro, presidenta de la gestora del PP, que prefirió disfrutar del ocio del fin de semana a apoyar a los concejales que ella nombró a dedo tras el golpe en la lista y obviando la voluntad de 20.000 electores vigueses, y que no ha explicado en ninguna comparecencia pública. Todo a la vieja usanza. Así que el número 20 y los otros tres ediles populares se quedaron solos y sin ni siquiera el apoyo de su mentora. El nuevo portavoz se estrenó con un extraño discurso plagado de generalidades y obviedades sin hablar de la ciudad, y que valía tanto para Vigo como para Cartagena, por ejemplo. Nada de nada. Y es que Porro, desde que se hizo cargo del PP en derribo, ha limitado sus únicas presencias en Vigo a aparecer en su periódico amigo, con la asistencia a una de sus conferencias y unas declaraciones de simples deseos en sus páginas. En las mismas se refería a sus pretensiones de tinte institucional olvidando que hace doce años que no es alcaldesa y que su papel actual es el de bombero en el incendio del PP, ningún otro. Su otra presencia esta semana no fue en Vigo, sino en Mos, último reducto del PP, para asistir a la Fiesta de la Rosa, como atestigua la foto. Supongo que para aprender de Nidia Arévalo cómo se ganan unas elecciones para el PP en medio del cinturón rojo. También está claro que Porro no estaba el sábado con su pregonada misión de coser el partido roto en compañía del responsable provincial, Alfonso Rueda, ya que éste prefirió ir a Lalín, donde tuvo la única alegría electoral tras la debacle en Vigo y la comarca, por lo que optó por alejarse y dejar también solos a los ediles vigueses. Esperemos a ver si ahora imita el comportamiento ejemplar de Elena Muñoz y tras el fracaso electoral en la provincia conjuga también el verbo dimitir en primera persona.
