Un año antes de morir en 2012 el hombre que mantuvo en pie el Partico Comunista Español durante la dictadura franquista, Santiago Carrillo, alababa al general Pedro Pitarch como ejemplo de los militares de una gran democracia.
Tan ejemplar que hasta José Luis Rodríguez Zapatero lo ascendió a Teniente General saltándose el escalafón para nombrarlo director general de Política de Defensa de su gobierno.
Con 73 años y retirado, este hermano del excomandante de Caballería José Luis Pitarch, represaliado por ser fundador de la Unión Militar Democrática en pleno franquismo, escribe desde 2011 un blog con su análisis semanal de la política española: es una biblia para muchos políticos y militares.
Su último trabajo analiza la presencia de otros militares retirados en las listas electorales de varios partidos políticos, aunque más en Vox que en el PP, con un general; el PSOE, con una comandante y una cabo; Podemos; con un general, y Ciudadanos con un comandante.
Lo justifica porque aunque en activo o reserva tienen limitadas algunas libertades constitucionales (expresión, reunión o militancia política), cuando se retiran recuperan todos esos derechos.
Pitarch no cree que los cinco generales y un coronel que pasaron a Vox, compartan todas las tesis de ese partido, sino que posiblemente pensaron que, “desde esa plataforma política podrían contribuir mejor a garantizar la unidad de España”.
“Con independencia del partido que les acoja, quizás lo más novedoso sea su honradez y elevada talla moral acompañadas de un equipaje de experiencias complejas, hojas de servicio magníficas y contrastados expedientes académicos (civiles y militares)”.
“Nadie debería tratar de involucrar a las FAS en la lucha política. Tampoco criticarlas por su supuesto conservadurismo: llevan muchos años mostrando una exquisita neutralidad política”.
Llegados aquí, el partido más inteligente ahora sería el que consiguiera fichar este general humanista.
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