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La gallega Galopín exporta el 70% de su producción de parques infantiles

Las piezas del parque de Independencia, en Vigo, son obra de Galopín.
photo_camera Las piezas del parque de Independencia, en Vigo, son obra de Galopín.

El megaproyecto de Vigo "está a la altura de grandes países" como Singapur, Reino Unido, Francia o Qatar

nnnLos nuevos megaparques que luce Vigo -calle Venezuela, Plaza de la Independencia o Barreiro, entre otros- tienen sello gallego. De Galopín, empresa que se dedica al diseño y fabricación de parques infantiles, que ha encontrado en esta ciudad un cliente a la altura de grandes países como Singapur, Reino Unido, Francia o el Estado de Qatar que entienden y comparten la filosofía de esta compañía. "No es solamente ocio, sino que hay muchos más conceptos como calidad, salud y un componente social en nuestro producto", indica José Manuel Iglesias, fundador de la firma que está integrada en Grupo Cetrus, del que es dueño.
Galopín exporta actualmente el 70% de su producción y está presente en medio centenar de países de todo el mundo, desde Latinoamérica hasta Oriente Medio pasando por Europa, Rusia, Singapur y China. Su última conquista ha sido Israel y ahí echan el freno para consolidarse. "Hemos ascendido a la primera división del sector y aún tenemos mucha capacidad de recorrido. Aspiramos a crecer pero de manera lenta y segura porque nuestra capacidad está al límite y hay mucha demanda", señala Iglesias, que descarta irse de Galicia. "Nacimos aquí y aquí estaremos", señala en referencia al polígono de O Acevedo, en Coruña.
La facturación del grupo ascendió a 12 millones de euros el año pasado y para este ejercicio prevén un crecimiento de un 10%. Dentro de Grupo Cetrus también está la firma Gefico, dedicada a la fabricación de productos tecnológicos para tratamiento del agua en el naval. 

El balancín más grande 
Prometeo es el niño mimado de Galopín. Se trata de un balancín de 21 metros que está reconocido como el más grande del mundo. Con capacidad para 20 personas está instalado en el parque coruñés de Oza y hasta hace unos años estaba considerado su producto estrella. "Hoy hablamos de proyectos singulares por eso es difícil cuantificar unidades porque no hacemos un tobogán sino un conjunto", explica el empresario.
Entre sus obras más singulares está el árbol de Navidad de Viena. La empresa ha encontrado un nicho de mercado importante en los centros comerciales y de ocio que apuestan por su producto y servicio, como es el caso el Madrid Río 2 con una gran bola de cristal que se descuelga y un laberinto vertical, los dos con sello cien por cien gallego, de Galopín.n

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