MORRAZO

Gabarrón, de Nueva York a Bueu

Cristóbal Gabarrón, esta semana en su casa de Bueu.
photo_camera Cristóbal Gabarrón, esta semana en su casa de Bueu.

Cristóbal Gabarrón es un auténtico número 1 de la pintura y escultura, con obra en China o EE UU. Nacido en Murcia y criado en Valladolid eligió Bueu para su residencia. Ahora, sólo 4 meses al año. Su idea es pasar más tiempo.

Reconoce que Bueu le encanta y que en su casa se siente feliz desde hace casi 15 años, cuando echó el ancla frente al mar tras conocer una zona que le sigue pareciendo mágica. Pero hoy por hoy apenas puede pasar unos meses al año, ya que tiene vivienda en Estados Unidos, país en el que pasa unos ocho meses, y viaja constantemente a China, donde su obra se expone en grandes parques temáticos de Shanghai y Hong-Kong, ciudades que le fascinan por su capacidad para hacer cualquier cosa que sería imposible en Europa o Estados Unidos. Así, cuenta como de la noche a la mañana se montan museos enormes o se crean parques con esculturas de autores de todo el mundo. Gabarrón nació en  1945, en Mula (Murcia) y se crió en Valladolid. Para su madurez ha optado por las Rías Baixas en una decisión meditada.
Los expertos coinciden en que su visión del arte es claramente antropocéntrica, el individuo, la vida, la convivencia y el desarrollo de los valores humanos son pilares en los que asienta, no sólo su obra artística sino también sus convicciones personales. El mural para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y el mural “Encuentro 92”, para la Exposición de Sevilla, el gran proyecto escultórico “Atlanta Star” (1996), la obra “Hope for Peace” (1986) como cartel oficial de la cumbre o la “Capilla del Milenio” (2000-2001), suponen hitos en su trayectoria profesional, a la vez que inician una fructífera etapa creativa marcada por la colaboración con Organismos Internacionales como el IOC o Naciones Unidas.
En estos últimos años ha mantenido igualmente su tradicional vinculación con otras disciplinas artísticas, como lo demuestra la reciente creación de dos escenografías, una para el espectáculo “Nuevo Amanecer” del cantaor flamenco José Mercé y la segunda para el espectáculo de la ¡Noche Latina! de Edwaard Liang para el Washington Ballet. Ha auspiciado la creación de tres fundaciones, en Valladolid, Nueva York y Mula.

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