BALONMANO LIGA ASOBAL

El Frigo pierde dos piezas básicas

El portero Yeray Lamariano
photo_camera El portero Yeray Lamariano

Rosales y Lamariano jugarán el sábado su último partido con el Cangas para continuar su carrera en Francia

Hace ya una semana que se despidieron de la afición canguesa en el derbi contra el Teucro en O Gatañal, pero será este sábado en León, ante el Ademar, cuando el lateral izquierdo Adrián Rosales y el portero Yeray Lamariano disputen su último partido con el Frigoríficos del Morrazo para continuar después sus carreras en Francia. Aunque sus casos son muy diferentes, ya que Rosales lleva 18 temporadas en el club y 12 en el primer equipo, mientras que Lamariano sólo ha estado una campaña en Cangas, ambos dejan un hueco que será difícil de llenar.
El lateral izquierdo, de 31 años, reconoce que le costó tomar la decisión de abandonar su club de toda la vida. "La verdad es que me costó bastante porque son muchos años aquí y el Frigoríficos ya no es mi equipo, es mi familia casi, pero creo que era el momento. Después de dos temporadas muy buenas con Cangas, metiéndonos en competición europea, luchando por estar entre los cinco primeros, tocaba cambiar un poco de aires, probar una liga diferente, y creo que va a ser bonito jugar en otro país y con otros compañeros", afirma Rosales.
Más tiempo ha tenido para asimilar su marcha, Yeray Lamariano, que jugará en el Chartres francés. "La decisión la tomé prácticamente después de Navidad, cuando me llegó la oferta de este equipo. Obviamente me lo pensé porque cambiar de país con tu familia es algo que en un primer momento te echa para atrás, pero al final había que ser valiente y probar. La decisión la tomé teniendo en cuenta aspectos como que ya tengo 33 años y debo aprovechar los últimos años de mi carrera deportiva para conseguir una mejor situación económica, entre otras cosas", indica el guardameta, que en su nueva andadura se marca objetivos muy concretos: "Soy consciente de que a la selección absoluta ya no voy a ir, entonces me gustaría dar mi mejor nivel, seguir creciendo como jugador y sentirme apreciado por el club y por la afición del equipo al que vaya, tal como he hecho aquí en Cangas".
Rosales y Lamariano emprenderán la próxima campaña un camino que han tenido que tomar muchos jugadores españoles en los últimos años. "El descenso en los presupuestos de los clubes españoles es evidente. Hace diez años se manejaban unas cifras mucho mayores. Ahora, entre la crisis y que el balonmano no es un deporte tan fuerte como otros en España, el nivel ha bajado mucho", sostiene el lateral, mientras que para el guardameta existen también motivos deportivos: "Es el mercado. El jugador español no ha destacado nunca físicamente, pero sí técnica y tácticamente. Creo que en eso España, tanto por sus técnicos como por sus jugadores, es un país puntero y las ligas más fuertes se fijan en eso. Por desgracia, creo que esto va a seguir así durante al menos unos años".
Ambos jugadores se llevan buenos recuerdos de un Frigoríficos que, coinciden en decir, se parece más a familia que a un club. "Tengo muchos buenos recuerdos. Empecé en el primer equipo la primera vez que se clasificó para Europa pero no pude ir a Dinamarca por una lesión y el año pasado me pude quitar esa espinita. Para nosotros los ascensos eran como títulos y estos dos últimos años han sido los mejores de la historia del club", señala Adrián Rosales. "Jugar la Copa Asobal ha sido lo máximo deportivamente, pero mi mejor recuerdo es el de compartir cada día vestuario con mis compañeros", añade Lamariano, que cree que la marcha de jugadores no afectará el Frigo "si mantiene la política actual de apostar por jugadores de la zona y escoger muy bien los fichajes". n

Te puede interesar