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La fortaleza del Castro luce murallas

El segundo recinto amurallado -en la foto, donde estaba El Castillo- ya despejado para que la fortificación tenga mayor visibilidad.
photo_camera El segundo recinto amurallado -en la foto, donde estaba El Castillo- ya despejado para que la fortificación tenga mayor visibilidad.
Las murallas de Vigo desaparecieron en el último tercio del siglo XIX, pero el sistema defensivo se mantuvo en pie en los castillos de San Sebastián y Santa María. 
Este último fue "colonizado" tras su conversión en parque, cubierto de vegetación, que escondió la fortaleza, y con edificaciones pegadas al muro que lo ocultaron. Una de ellas ya cayó, el antiguo restaurante El Castillo, que se iba a trasladar piedra a piedra a Inglaterra para su reconstrucción, lo que nunca ocurrió. Otro bar, el Mirador, está cerrado desde hace años a la espera de que se ordene una demolición que no llega. El tercero todavía está en funcionamiento, hasta que la concesión finalice. Con todo ello, se acaba de poner en marcha las obra de recuperación y puesta en valor de la Muralla de O Castro, con un importe inicial de salida que asciende a 835.196,81 euros, con un convenio con el Ministerio de Fomento, donde aporta 626.397 euros, es decir el 75% del importe total, en tanto que el Concello pondrá 208.799 euros. Edificada en el siglo XVII, la fortaleza ha estado históricamente vinculada al sistema defensivo de la Ría de Vigo. Perdió el carácter militar y las edificaciones fueron finalmente revertidas a la ciudad en la década de los 60. Como es conocido, la actuación que se ha puesto en marcha se centra en la recuperación del antiguo castillo (Bien de Interés Cultural), gravemente dañado por el paso del tiempo y sus murallas, baluartes y accesos y en el tratamiento del entorno. El principal objetivo es la recuperación de las zonas más deterioradas de los recintos defensivos, incluyendo su urbanización para potenciar el acceso norte a la fortaleza, mejorando la accesibilidad y permitiendo su integración en el paisaje urbano. Lo más llamativo, y que ya se puede constatar, son las intervenciones de conservación y recuperación de elementos propios de la fortaleza, como la reorganización de la accesibilidad al monumento en la Puerta Norte. Además, habrá mayor iluminación y se está eliminando vegetación en todo el perímetro del denominado segundo recinto y en las partes que quedan del tercero, el más exterior, del que apenas quedan restos.  n

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