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Fomento inicia la nueva A-52 a Porriño y enfría el AVE y el peaje de Redondela

La autovía A-55, en su tramo en obras y donde se produce el mayor número de accidentes.
photo_camera La autovía A-55, en su tramo en obras y donde se produce el mayor número de accidentes.

Comienza a redactar el proyecto de la A-52 a Porriño pero no da plazos para eliminar el peaje de Redondela ni para impulsar la alta velocidad a Vigo por Cerdedo. Caballero dice que hubo una "mentira masiva" de Rajoy, Feijóo y Pastor en el peaje y el AVE. La Xunta se muestra preocupada por que se cuestionen los plazos para ambos

 

 

El Ministerio de Fomento ha iniciado ya la redacción del proyecto de lo que será el último tramo de la autovía Rías Baixas, entre Porriño y Vigo, que sustituirá a la actual A-55, la de mayor accidentalidad de toda la red viaria estatal. Así lo explicó a este diario un portavoz autorizado del ministerio, quien señaló que no se iba a perder tiempo con una propuesta que aprobó el anterior Gobierno -anunciada por Mariano Rajoy- y que el nuevo Ejecutivo mantiene. En cambio, las otras dos actuaciones claves relativas a Vigo en materia de infraestructuras, la variante del AVE a Ourense por Cerdedo y la eliminación del peaje en la salida anterior a Rande hacia Redondela, parecen enfriarse y no hay plazos para la ejecución de ninguno de las dos proyectos, aunque tampoco se descartan.


Con respecto a la nueva A-52 Vigo-Porriño, Fomento se plantea la redacción de un tramo de unos 15 kilómetros entre ambos puntos con un trazado nuevo y en gran parte en túnel, con una entrada a la ciudad que seguirá por la avenida de Madrid, aunque a través de un giro por Bembrive. La actuación supondrá una inversión estimada de 600 millones de euros debido a la dificultad orográfica, a las expropiaciones y sobre todo al túnel bajo Puxeiros y el Meixoeiro, cuya longitud podría alcanzar los seis kilómetros, lo que lo convertiría en el mayor de Galicia. 


El "sí" de los nuevos responsables de Fomento al considerar la obra prioritaria despeja dudas para el inicio de una obra que supondrá un cambio radical y reducir el tiempo del viaje a Ourense entre 5 y 10 minutos, y sobre todo en materia de seguridad. El contrato se haría a través de un plan de inversiones extraordinario, siendo la A-52 una obra solicitada por la Xunta al Gobierno. Su ejecución llevará de tres a cuatro años.


En cuanto al AVE por Cerdedo, la  nueva dirección de Fomento mantiene el mismo discurso que los anteriores: el tramo, de 52 kilómetros y 2.000 millones que uniría Vigo con Ourense sin pasar por Santiago y ahorrando 30 minutos, está todavía en fase de evaluación ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente, y su informe positivo es un trámite imprescindible para continuar adelante. Por tanto, no hay plazos posibles hasta que haya una evaluación positiva del trazado, pendiente de cuatro kilómetros en concreto.


Fomento también se refirió a la eliminación del peaje entre Vigo y Rande, la salida de Redondela, comprometida por los anteriores responsables del ministerio con la Xunta y que se esperaba implementar este verano. Explicó que el asunto sigue encima de la mesa, pero que llevará su tiempo. Aseguró que la voluntad de Fomento es suprimir el peaje, pero que tampoco hay plazos ya que antes el departamento tendrá que realizar un estudio sobre la compensación a realizar a Itinere (la empresa matriz de Audasa) por el peaje que deja de recibir en dicha estación, que supone 0.90 euros por vehículos por un total de 4 kilómetros hasta el año 2045. Fomento asegura que hará en primer lugar un estudio del impacto del tráfico rodado, en concreto del pesado, y en paralelo comenzará las negociaciones con Audasa para fijar los términos del acuerdo económico. Según la dirección actual del ministerio, sus antecesores no habían pasado de la declaración de intenciones sin haber alcanzado un compromiso con Ausada "sin negociaciones ni acuerdos hasta la fecha". 

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