Opinión

Excusas

Lo más divertido del descubrimiento de los papeles de Panamá son las excusas que dan quienes aparecen mencionados. Son como niños de colegio pillados in fraganti en un jolgorio en el aula: Que yo no he sido; que yo pasaba por allí; que es un malentendido y me han confundido con otro, que yo estuve al principio pero luego me marche, que fue mi hermano para gastarme una broma, que a mí me liaron los asesores fiscales, que yo lo hice para congraciarme con Hacienda, que a mí que me registren –pero poquito-, que eso es de hace tanto tiempo que ya ni me acordaba de esa cuenta y no tenía casi ná. A este paso un buen compilador puede realizar en una semana una antología del embuste –presunto- que puede convertirse en best seller.

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