Opinión

Examen de conciencia

Han pasado quince días desde que comenzó el año y ya se puede realizar un primer balance con respecto al cumplimiento de los propósitos de Año Nuevo y comprobar el grado de incumplimiento que se ha alcanzado en tan breve espacio de tiempo. Excusas para no haber dejado de fumar hay muchas, como por ejemplo que las fiestas, con los Reyes, acabaron hace poco más de una semana o que quedaban restos de comida en la nevera imposible de no acompañar con un pitillo después de comer. El mismo argumento vale para no haber comenzado la tabla de ejercicios casera, utilizar cualquiera de los instrumentos de tortura regalados al efecto, o dar de comer a los gimnasios con las matriculas que se pierden. Para lo del inglés y los viajes habrá que extender una prorroga. Y lo de pasar más tiempo con la familia ya se habrá comprobado que es imposible. Lo bueno de las listas de propósitos es que el próximo año se pueden volver a intentar con la misma fuerza de voluntad. Ninguna.

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