división de honor

Europa, balneario de la dolida alma

Al final, las jugadoras intercambiaron posición con la peña O Inferno para poner ellas la música.
photo_camera Al final, las jugadoras intercambiaron posición con la peña O Inferno para poner ellas la música.

El Guardés desplegó sus mejores virtudes para meterse en la Challenge Cup y dejó a cero 15 minutos a su rival

Fin de fiesta a lo grande, para estar en Europa, la Challenge Cup, en el ejercicio 2019/20. Con merecimiento tras un año de más lágrimas (muchas) que risas (pocas), en una cuesta abajo iniciada en enero precisamente contra el rival de ayer pero que en esta oportunidad se frenó. Y a lo grande, con solvencia. Cuatro meses después, al menos, ha quedado el consuelo de que el Mecalia de José Ignacio Prades sigue siendo equipo de podio, lo que consigue de forma consecutiva desde la temporada 14/15, y volverá a las citas continentales. Victoria para restañar el alma en el balneario europeo. El Elche, al perder, dice adiós al Viejo Continente, lo mismo que el Málaga, destino de Doiro y Carrera.
Claro que el choque no se puede explicar sin la peña O Inferno. Si media hora antes del partido, cuando la afición comenzaba a llegar ya en masa, los más fieles seguidores del Mecalia convertían A Sangriña en infierno griego a golpe de tamborrada, imagínense cómo se desarrolló el choque. A los 49 segundos de juego los árbitros recibían una primera pitada para grabar. 
Con tal ambiente, no extraña el nivel de concentración del equipo local. Nada que ver en defensa con el Guadiana que se había convertido semanas atrás. Solidez, garrotazos, máxima tensión. Entre Campos y Carla Gómez maniataron a Zhukova, incapaz de generarse un solo ataque para anotar. Y eso que al tercer minuto de juego apenas campeaba un pírrico 0-1. Pero el Mecalia estaba. Era cuestión de tiempo que el marcador se lo reconociese. África igualaba, Egozkue y de nuevo la pivote colocaban el 3-1 y la grada rugía. Reaccionó el equipo ilicitano con Morales parando un penalti a Naiara e incluso parecía respirar (3-3, Zhukova), pero era un espejismo. Carratú se mostraba como un valladar y anulaba a Jenny; la ex del Mecalia llevaba un 0/2 cuando asumió lanzar un penalti para empatar a cuatro. Carratú lo impidió y la algecireña perdió fuelle. En un combate a los puntos como era el choque, las de Prades empezaban a tomar ventaja. 
En el minuto 12 (11:03) Estela Doiro anotaba. Era un gol centenario, el número 100 este año, y colocaba el 5-3. Jenny marcaba de penalti (5-4)... y el Guardés se disparaba. Que si Carratú paraba, que una exclusión del rival, que Campos robaba y corría, que la portera argentina blocaba un ataque y marcaba con lanzamiento de costa a costa (10-4). Rocamora quemaba minuto intentando frenra la sangría, Doiro y Sempere no lo consentían (12-6) y la fiesta era completa. Hasta la pájara. Tres distracciones consecutivas, tres contrataques, tres goles (12-9). El Elche no deseaba perder el tren continental. Este año ya había jugado en A Guarda (vuelta de Copa), pero con derrota (31-26). África Sempere, de penalti, guiaba a las locales al descanso (14-10). La Challenge ya estaba a solo treinta minutos.
Y el inicio preocupó (15-12, penalti marcado por Jenny), pero una mayor seguridad defensiva, los goles de Bravo, muy activa, y Doiro y las propias pérdidas de posesión visitantes tranquilizaban el choque. Esta vez no era el conjunto gallego el que dejaba escapar posesiones de forma absurda como le ha ocurrido en varias oportunidades en A Sangriña. El Elche lo intentaba hjaciendo de su defensa un 4.2 y un 3.3 (17-14, min. 15)... y apareció Alesia. Dos zurriagazos, Carratú de nuevo, globo de Bravo, dos minutos a Zhukova. La locura. El Elche no anotaría un solo tanto en el cuarto de hora final, acogotado por la furia guardesa. Ni los tiempos muertos de Rocamora espolearon a su equipo, mientras la grada hacía la ola, en la que intervenía el propio secretario xeral para o Deporte, Lete Lasa.
A diez minutos del final (21-15), el partido estaba visto para sentencia y la afición lo sabía. También el rival. Eran las 20:20 horas y Alesia y Doiro decidían ni finalizar el último ataque. Abrazos, aplausos. Anthía Espiñeira, de calle en el pabellón y que tampoco seguirá en el Guardés, saltaba sobre Carratú para abrazarla. El público ni se movía de sus asientos. Si la fiesta había comenzado media hora antes, otra media hora más se quedaban aficionados y equipo en A Sangriña de celebración. Vale, no era un título, pero la clasificación europea y ser podio por quinto año consecutivo bien lo parecía. El Mecalia sigue entre los elegidos.

Mecalia Guardés (14+10): 
Marisol Carratú (1); África Sempere (4), Naiara Egozkue (2), Estela Doiro (5), Carmen Campos (6), Sara Bravo (3), Paulina Buforn -siete inicial-, Estela Carrera (ps), Marta Méndez (1), Lorena Pérez, Alesia Kurchankova (2), Rosario Urban y Carla Gómez.
Elche Mustang (10+5): 
Nicole Morales; Ekaterina Zhukova (1), María Flores (1), Ana González (1), Jenny Gutiérrez (6), Clara Gascó (2), Ana Isabel Martínez (1) -siete inicial-, María Asunción Sánchez (ps), Patricia Méndez, Keyla Hernández (1), Paula Arcos (2) y Celia Guilabert. 
Parciales: 
2-1, 4-3, 6-4, 9-4, 12-7, 14-10 (descanso), 15-11, 16-13, 18-15, 21-15, 23-15 y 24-15 (final).
Árbitros:
Luis Colmenero y Víctor Rollán.  Sancionaron con dos minutos a las locales Bravo y Carla Gómez y a las visitantes Zhukova, Martínez (2) y Arcos.
Incidencias:
Lleno en A Sangriña, con numerosa gente de pie en los fondos. Asistió el secretario xeral para o Deporte de la Xunta, José Ramón Lete.
 

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