Una vez puesta en el mercado esta posibilidad, las posibilidades se han multiplicado. Una de ellas es la del Espanyol. El conjunto barcelonés trata de asumir su duro descenso a Segunda en el año de su retorno a Europa y busca un delantero del perfil del céltico. Jonathan Calleri no ha cuajado y Raúl de Tomás, refuerzo en el mercado de enero, se irá. Por lo tanto, los periquitos han puesto sus ojos en el uruguayo, aunque por el momento todo se queda en un mero interés. La Liga en Segunda División todavía no ha acabado, no se han cerrado los ascensos en su totalidad y, obviamente, tanto el Celta como el Toro preferirían una cesión en Primera. Y han surgido intereses para ello.
La cuestión es que, pese a lo extraño de este mercado debido a la pandemia del coronavirus, nadie quiere apresurarse en exceso. Se auguran pocos movimientos y habrá que ser muy certero para encontrar acomodo a las posibles salidas y para facilitar la llegada de los refuerzos deseados.
El mercado futbolístico no se cierra hasta el 5 de octubre. De hecho, no se abre de manera oficial hasta el próximo martes día 4. Y todas las complicaciones en el cierre de la competición en Segunda no hacen, precisamente, que se aclaren las cuestiones.
Toro Fernández, una vez asumido que no podrá seguir en el Celta tal y como era su deseo, espera encontrar el mejor destino posible. El Espanyol le quiere convencer de que es Barcelona.n
