La selección española de baloncesto jugó ayer en Madrid el último partido de su gira de preparación para el Mundial de China, que comienza el próximo 31 de agosto.
Lo hizo frente a la República Dominicana, en un partido de muy poca exigencia competitiva -los de Scariolo barrieron a su rival con un contundente 102-70-, pero una enorme carga emotiva, ya que en los prolegómenos del encuentro se celebró un homenaje a Chicho Sibilio, fallecido el pasado día 10, nacido en tierras dominicanas pero con una fuerte vinculación personal y profesional con España, en donde jugó durante trece años en las filas del Barcelona.
El partido fue dominado de principio a fin por España, que demostró que, incluso jugando al tran tran, está a años luz del conjunto centroamericano. A los tres minutos, los de Scariolo vencían 10-0 frente a unos dominicanos incapaces de anotar. De esta forma, los dos primeros cuartos se desarrollaron con la inercia arrolladora de España, que veía cómo, además, hombres como Rabaseda aportaban desde el banquillo.
Ribas y Claver, con un triple cada uno, abrieron todavía más brecha al regresar del vestuario para alcanzar los 26 puntos de diferencia. Scariolo aprovechó para rotar al máximo sus unidades y el partido se desplomó por sí solo ante la enorme diferencia entre ambas selecciones. Al final, 32 puntos de diferencia para despedir España y emprender rumbo a China con Chicho Sibilio en la memoria.
El partido fue dominado de principio a fin por España, que demostró que, incluso jugando al tran tran, está a años luz del conjunto centroamericano. A los tres minutos, los de Scariolo vencían 10-0 frente a unos dominicanos incapaces de anotar. De esta forma, los dos primeros cuartos se desarrollaron con la inercia arrolladora de España, que veía cómo, además, hombres como Rabaseda aportaban desde el banquillo.
Ribas y Claver, con un triple cada uno, abrieron todavía más brecha al regresar del vestuario para alcanzar los 26 puntos de diferencia. Scariolo aprovechó para rotar al máximo sus unidades y el partido se desplomó por sí solo ante la enorme diferencia entre ambas selecciones. Al final, 32 puntos de diferencia para despedir España y emprender rumbo a China con Chicho Sibilio en la memoria.
