Una cosa es que este país no sea Suiza, donde ocurren muy pocas cosas y otra muy distinta que la disminución de la capa de ozono nos haya afectado de tal manera que seamos capaces de aceptarlo todo y de creerlo todo. ¿Alguien se imagina al primer ministro de cualquier país compitiendo por presidir la federación de fútbol después de acabar su mandato? ¿Existe alguna posibilidad de que Mariano Rajoy compita por ese cargo? El puesto que tiene reservado es el Consejo de Estado, el de conferenciante ganando una pasta y el de escritor de sus memorias. Si la noticia fuera cierta, si no fuera una broma, se entenderían muchas de sus actitudes, y se daría verosimilitud a su caricatura con el puro, leyendo el `Marca’ y viendo el Tour por la televisión, mientras le montaban un referéndum ilegal en Cataluña sin que se enterara dónde estaban las urnas. Por lo pronto Rajoy ni ha confirmado ni desmentido esa posibilidad. Y eso es también propio del expresidente, Ojalá sea solo una muestra de su retranca galaica.
