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Enfermeras y padres de la UCI de Neonatos piden más personal

Dieciocho de las 27 enfermeras del servicio de Neonatos del Álvaro Cunqueiro convocaron ayer a la prensa para demandar más personal.
photo_camera Dieciocho de las 27 enfermeras del servicio de Neonatos del Álvaro Cunqueiro convocaron ayer a la prensa para demandar más personal.

Reclaman que como mínimo se doble la plantilla para atender a los 16 bebés de la Unidad de Cuidados Intensivos, ya que consideran insuficiente la actual

  “Nuestro servicio es el gran desconocido, incluso para los compañeros del hospital; nadie sabe lo que hacemos y se creen que nos limitamos a dar el biberon”, apuntó María Portal, que junto a diecisiete compañeras convocadas por el Sindicato de Enfermeras (Satse), reclamó un incremento en el personal que atiende la UCI de Neonatos. En la Unidad, con capacidad para 16 bebés, trabajan cuatro enfermeras en el turno de mañana; tres, en el de tarde y otras tres, por la noche. Reclamó a la gerencia que duplique el personal y “si en algún momento sobre se pude recolocar en otra especialidad”.Indicó que en el traslado del Xeral se perdieron dos enfermeras, mientras se dobló el numero de cunas, ya que el Cunqueiro es el hospital de referencia en esta especialidad para Pontevedra y Ourense. Según las enfermeras, el número asignado es el estipulado para la UCI al 50%, una capacidad que han superado en las últimas semanas, situándose en el 85%, con  trece recién nacidos.
María Jesús Pérez, destinada en la Unidad,  aseguró que no tienen capacidad para atenderlos  todos: “Tenemos que priorizar los cuidados, lo primero siempre va a ser la insuficiencia respiratoria; el método canguro, en el que los padres cogen en brazos a su hijo unos 40 minutos; los cambios de postura, el horario de las tomas o el asesoramiento a los padres quedan relegados; no mueren los niños, pero la atención merma”, reconoció. A su lado, María Calviño confesó que se sienten “agobiadas por no dar los cuidados que merecen, porque no solo es que respiren; y estamos preocupados por los padres que nos ven correr”.
Mantuvieron que a la reducida plantilla hay que unirle la sobrecarga de trabajo, ya que no se cubren las vacaciones, ni algunas de las bajas. “Se lo hemos comunicado a la gerencia, llamamos a los responsables y ya no sabemos cómo hacernos oír; no es agradable tener que hacerlo público, pero llegaremos hasta donde haga falta”, avisó Malules Carbajo.
Dentro del Servicio de Neonatos, la situación de la UCI es la que consideran más grave, aunque también dieron la voz de alarma en la fase intermedia (incubadoras y cunas), donde afirmaron “una sola enfermera para 21 niños”.
Cuentan con el apoyo de los padres, que presentaron un escrito con más de 25 firmas de respaldo. “Vi a enfermeras irse a casa llorando”, indicó el progenitor de uno paciente.

“Es un camino de piedras, hay que ser muy fuertes”

La UCI de Neonatos está abierta a los padres las 24 horas. Ellos quisieron mostrar ayer su apoyo a las enfermeras.  Dieron su testimonio, pero se negaron a salir en las imágenes. “No queremos que se nos identifique, la situación de nuestros hijos es muy delicada y cuanto menos sepa la gente, mejor”, afirmó Manuel, quien recordó como a una madre de la Unidad sus vecinos le dieron el pésame al enterarse de que su niño estaba en Cuidados Intesivos. “Es necesario mantener la negatividad a raya, porque este es un camino de piedras, hay que ser muy fuertes psicológicamente para soportarlo; si nos hundimos,e so repercute en nuestra pareja y en nuestros hijos”. Conscientes de la fragilidad de los grandes prematuros, la mayoría de los internos en la UCI, consideran que cada día es “una carrera de fondo; una mañana le quitan los tubos para que aprenda a respirar, otra analizan la visión para comprobar que no está ciego, unas semanas más tarde  comprueban el oído; son niños inmaduros, que toda la vida van a necesitar un control especial y al estar tanto tiempo en incubadoras probablemente sean hiperactivos”, apunta Manuel. Reconoce que tiene un máster en la materia. Padre de dos gemelos, lleva más de un mes en el hospital y no sabe hasta cuándo. J.L también es padre de gemelos prematuros.  Con su mujer hacen cada día un trayecto de 40 minutos con l a esperanza de poder coger a sus bebés. “Todos los días preguntamos si podemos hacer uso de la ‘madre canguro’, pero en muchas ocasiones, las enfermeras están tan agobiadas de trabajo que no pueden y tienen que estar dos con nosotros; es frustrante limitarte  a tocarles la mano a través de la apertura de la incubadora, sabiendo lo beneficioso que es que nos sientan, volvemos a casa destrozados”. Afirmaron que quien no pasa por esto “no se imagina la frustración que se siente”. Afirmaron que compartir la situación, lleva a que el mejor apoyo sean los otros  padres; “Se establecen vínculos fuertes”.n

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