Cartas al director

¿En quién confiar?

 La moción de censura nos ha permitido conocer el paño. Cierto que parte del arco político ya era conocido. Nadie duda de que la ultraizquierda que nos gobierna nos lleva irremediablemente a una dictadura del estilo de las que ellos representan, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Cuba, etc. También que la inseguridad jurídica que nos presenta este gobierno es de lo peor del mundo occidental. Solo pensar que del presidente del gobierno se comenta que la única verdad de su vida la dijo de pequeño; pero después no ha dicho ni una más. La oratoria del autócrata es magistral y con ella emboba a todos los borregos que le siguen. Todos los dictadores suelen hablar muy bien y solamente se les descubre al observar los hechos.
El apego de nuestro gobierno a lo más sucio del mundo político, es también su seña de identidad, con el coqueteo hacia los seudoterroristas, golpistas, independentistas, radicalcomunistas, etc. Naturalmente combinando todas estas características que adornan al gabinete de Moncloa, nos aparece el peor gobierno, no solo de España en muchos años, sino de los países europeos.
El que si puede ser sorpresa para muchos es el PP, ya que su adhesión incondicional al peor gobierno posible, le define como irresponsable ante los ciudadanos. Pablo Casado ha ido degenerando desde que le nombraron presidente de su partido. Al principio, una persona fiable, responsable, que decía comprometerse con los valores, costumbres y bienestar de los españoles; eso lo abandonó presionado por alguien, quedando como un asustadizo oponente de Sánchez, al que no se esforzaba mucho en llevarle la contraria. Ahora ha claudicado y se ha sometido a las ideas y maldades de los terribles partidos que quieren acabar con España. Comparte este señor con el nefasto gobierno Frankenstein todas sus inmoralidades, como la protección legal a los asesinatos de niños no nacidos (aborto), a los ancianos que ya no somos productivos (eutanasia), la perversa manipulación ideológica de los grupos LGTBI, el recorte de libertades (enseñanza, expresión, etc), da pábulo a las actuaciones de las femilocas, etc.
No obstante Abascal degradó su brillante discurso con su pretensión de aislarnos de aquellos que nos protegen, económica y socialmente, la UE.