natación

El virus no retirará a Chano

Chano Rodríguez se ha montado en casa un pequeño gimnasio gracias a la colaboración de los centros deportivos Máis que Auga.
photo_camera Chano Rodríguez se ha montado en casa un pequeño gimnasio gracias a la colaboración de los centros deportivos Máis que Auga.
El nadador paralímpico se apunta a mantener el sueño de sus sextos Juegos un año más
Desde que en 1994 comenzó a nadar, Sebastián 'Chano' Rodríguez no había estado tanto tiempo separado del agua como lo está ahora, en pleno confinamiento. "Mira que llevo años en esto. Pues sueño con estar nadando", admite este veterano deportista de 63 años con nada menos que cinco Juegos Paralímpicos a sus espaldas y con un número casi incontable de medallas. Una larga y laureada carrera deportiva que el coronavirus no va a tronzar. Porque este gaditano de nacimiento y vigués de adopción y sentimiento continuará dando brazadas a una edad en que muchos con actividades mucho menos exigentes físicamente están deseando ya la prejubilación. No es el caso.
Al nadador paralímpico le ha tocado estos días replantearse si afronta un año más de duros entrenamientos para intentar estar en su sexta cita paralímpica, decisión de calado no sólo física y mentalmente, sino también económicamente ante la ausencia actual de beca. La reorganización de categorías en la natación con discapacidad le había complicado ya el camino para los Juegos este verano, cuyos últimos pasos aún tenía que dar. Pero no se rinde. "Mi objetivo era estar en Tokio. Y lo seguirá siendo. Ahora me tocaría con 64 años largos", sonríe. Obviamente, entre la intención y la concreción hay obstáculos que salvar. "Lo intentaré si no tengo ninguna lesión, si mi entrenador -Alejandro Brea– me acompaña, si la cuestión económica no se me complica..", expresa. Condicionales que, por otra parte, ya ha tenido que vencer muchas veces. "En ese sentido, tengo la fortuna de disponer de unos vínculos creados después de tantos años", aclara mientras recuerda a su técnico, su club (Galaico) o patrocinadores como Rodosa o Máis que Auga.
Chano tiene clarísimo que el aplazamiento de los Juegos Paralímpicos era inevitable. "La decisión llegó un poco tarde porque primaban intereses económicos sobre la salud. Más allá de que no estemos pudiendo entrenar o de que aún faltasen muchos procesos de clasificación, los deportistas somos parte de la sociedad y no podemos vivir ajenos a ella", sostiene.
En este día a día de confinamiento, Chano se siente "un privilegiado" dentro de los deportistas de alto nivel. Porque él dispone en su casa de Nespereira de un pequeño gimnasio que ha logrado montar con alguna máquina de la que ya disponía –concretamente una hand bike- y, sobre todo, las que le han prestado los centros Máis que Auga. Así, puede mantener sus rutinas de ejercicio, aunque concuerda con el resto de nadadores en que ellos sufren algo más el parón al perder "el 'feeling' con el agua. Por mucho que te ejercites fuera, no es lo mismo". 
Positivo por naturaleza, el veterano deportista asume una pérdida de punto de forma pero aclara que "lo que has trabajado sigue ahí. Es como los estudios, que si has ido haciéndolos día a día siempre dejan algo de poso". De hecho, bromea, lo que más le duele es seguir con la dieta, porque en estas jornadas de encierro la cocina le habría servido de entretenimiento.
El pasado sábado 14 fue el último día en el que Chano pudo nadar en la piscina que ahora tanto añora. Pero el espíritu sigue muy vivo: "Hablé con el seleccionador hoy mismo y le dije que me iba a tener que aguantar un año más".n

Te puede interesar