Opinión

El Ministerio del Mar

Fernando González Laxe es héroe y villano en Vigo, aunque lo primero pesa más que lo segundo. Fue héroe al crear, siendo el más breve presidente de la Xunta, la Universidad de Vigo: lo mejor que le ha pasado a esta ciudad en medio siglo. Lo hizo incluso contra el criterio de sus técnicos, que desaconsejaban dividir la Universidad de Santiago por una cuestión de viabilidad económica. Luego, ya como presidente de Puertos del Estado, se convirtió en villano al aprobar para A Coruña la categoría de puerto nodal (principal) europeo, que negó a Vigo. Lo quiso justificar más tarde atendiendo al escaso movimiento de la terminal ferroviaria. Excusas. Su jefe entonces, José Blanco, dijo que había sido un error. Y no. Fue una equivocación porque ambos sabían lo que hacían: podían tomar un acuerdo u otro con las mismas razones.
Laxe, pese a todo, continúa siendo una persona que tiene algo que decir, y un experto en asuntos marítimos y europeos. Y como tal, esta semana se posicionó de forma firme a favor de la creación del Ministerio del Mar, un anhelo vigués desde hace al menos 60 años. Reconoció que no pudo convencer ni a Felipe González, ni a Zapatero ni tampoco a Rajoy ni a Aznar de que se trata de una decisión estratégica para España y más importante para Galicia -no digamos para Vigo- que la llegada del AVE. Recordaba que España es casi una isla y que Portugal, que cuenta con una línea costera inferior, sí dispone de un ministerio marítimo específico. Vigo es el primer puerto europeo de pesca, con una terminal de primera división. Laxe tiene razón, desde luego. Es cuestión de categoría. 

Te puede interesar