Opinión

El cuentito de los cuatro golfos

Ha costado, pero finalmente se ha conocido la sentencia por el caso de los ERE, la trama corrupta tejida por los socialistas en Andalucía. En palabras de Manuel Chaves, al inicio de las pesquisas hace ya 9 años, fueron que era un asunto de "cuatro golfos". Y nada más lejos de la realidad. Ahora ya con condena por prevaricación y/o malversación hay nada menos que 19 altos cargos de la Junta de Andalucía. Lo más llamativo sin duda es que los que lo permitieron, lo consistieron, son dos ex presidentes de la Junta y ex presidentes del PSOE nacional, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. La sentencia de este primer juicio, de una causa muchísimo mayor, prueba que en Andalucía el PSOE tenía montada una auténtica trama de corrupción dirigida a malversar el dinero, cerca de 800 millones de euros, destinado a los parados. Crearon, como siempre denunció el compañero Pedro de Tena desde Libertad Digital, una tela de araña, una red clientelar que les permitiera perpetuarse en el poder.
La respuesta, por ahora, desde Ferraz y Moncloa ha sido quitarse del medio y echar toda la responsabilidad y señalar a Susana Díaz. Y más vergonzoso aún que se advierta desde la izquierda que este caso ERE es menos inmoral que el de la Gürtel del PP, con el infantil argumento de que los delincuentes de la Junta no se llevaron dinero. Como si malversar no fuera robar. Conviene recurrir a la RAE para dejar claro que malversar es "apropiarse de dinero o de bienes públicos que un funcionario tiene a su cargo". Tampoco conviene olvidar que a Mariano Rajoy la primera sentencia de la Gürtel le costó una moción de censura que salió adelante y su retirada de la política. 20 millones de euros.
¿Va Pedro Sánchez o Pablo Iglesias a seguir como si nada hubiera pasado con 800 millones malversados y penas de cárcel e inhabilitación? ¿Qué hubiera pasado el 10-N si se hubiera conocido la sentencia antes de ir a votar? La corrupción no tiene nombre ni apellidos. Es inmoral y delictivo venga de donde venga. La cometa la derecha, la izquierda o el centro. Pero, me temo, que para la izquierda su corrupción es menos mala y tiene hasta justificación.

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