CELTA

El Celta se parece a sí mismo

Hugo Mallo trata de llevarse el balón ante Douglas Luiz en el partido disputado ayer en el estadio de Balaídos.
photo_camera Hugo Mallo trata de llevarse el balón ante Douglas Luiz en el partido disputado ayer en el estadio de Balaídos.

El Celta se pareció ayer mucho al equipo que quiere ser, al que ha sido no hace tanto tiempo y que había desaparecido en la actual temporada.

Lejos de la imagen timorata y frágil que ha mostrado en tantos partidos este curso, la formación de Fran Escribá quiso ser protagonista desde el principio, se adueñó del balón, lo jugó con confianza y, salvo unos minutos al principio de la segunda parte y en el descuento, apenas pasó apuros ante un Girona que no supo cómo desactivar las conexiones del cuadro vigués.

El once tipo de Escribá
Aunque probablemente habrá algunas variaciones en las próximas jornadas por la acumulación de partidos en pocos días, Fran Escribá ha encontrado su once tipo. Lucas Olaza se ha asentado definitivamente en el lateral izquierdo y será muy complicado que Juncá le quite el puesto cuando se recupere de su lesión. Además, el técnico valenciano ya ha elegido a sus centrales –Cabral y Néstor Araujo– y al sustituto de Brais Méndez, una plaza con la que se ha hecho Boudebouz. Lobotka y Okay se han hecho fijos también en el doble pivote y, por supuesto, Iago Aspas y Maxi Gómez forman la pareja en punta del 4-4-2.

Posesión sin complicaciones
Hacía mucho tiempo que el Celta no gobernaba un partido como lo hizo ayer. El equipo vigués se adueñó de la pelota desde el principio, la jugó sin complicaciones y buscó hacer daño al Girona entre líneas, lo que consiguió un buen número de veces. En la primera parte, el porcentaje de posesión de los celestes llegó al 68 por ciento, por el 32% de los gerundenses. Al final, el dominio del balón por el Celta fue del 63 por ciento, frente a 37% del conjunto visitante. Los vigueses, además, arriesgaron muy poco. Rubén sacó casi siempre en largo para evitar la presión alta de Portu y Stuani y el cuadro celeste tuvo paciencia para madurar las jugadas y apenas rifó la pelota, sobre todo en una primera parte casi perfecta de los de Fran Escribá.
Iago Aspas, fiel a su cita
Uno de los motivos por los que el Celta mostró ayer tanta confianza sobre el terreno de juego fue la presencia de Iago Aspas, que además no faltó a su cita con el gol, el sexto que marca en cuatro partidos desde que se recuperó de su lesión. En el minuto 33, Okay inició una jugada en su propio campo, cedió a Aspas y el moañés combinó con Boufal, que le devolvió el balón para que marcara el 1-0.

Doble cambio de Eusebio y VAR
Eusebio hizo un doble cambio tras el descanso. Entraron Borja García y Juanpe por Roberts y Aleix García y el Girona pasó a jugar con tres centrales. Nada más empezar la segunda parte, además, el equipo catalán empató con un gol de Portu validado por el VAR. El Celta vivió sus peores momentos, pero se recuperó con una acción individual de Boufal, cada vez más determinante, y ya sólo sufrió en el descuento, de seis minutos, por no aprovechar alguna de las ocasiones que tuvo para sentenciar. n

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