El confinamiento obligado inspiró a Darío Basso a un aislamiento personal, donde además de cerrarse físicamente, lo hizo emocionalmente. Tal y como reconoce el artista, “me centré en mi trabajo, hice un llamamiento por whatsapp para desconectar de todo, también de las informaciones tóxicas; me metí en un proceso introspectivo y pinté”. De ese proceso salieron dos exposiciones que el viernes se presentan en Vigo, en la galería Dua2, en Marqués de Valladares, 35, sin inauguración y en la sede de la Diputación Provincial de Pontevedra, en la rúa Chao, con una inauguración virtual, a las 18;30 horas a través de www.depu.gal.
Dua2 acoge diecisiete piezas de pequeño y mediano formato, realizadas entre Bouzas y Aldán (en la desescalada). Constelaciones del cielo, composiciones con las estrellas, visiones del mar y de sus fondos o imágenes del amanecer destinadas a repetirse a lo largo del día, “en contraposición a las puestas de sol que son las que habitualmente se pintan en Vigo”, puntualiza Basso. “Es lo que yo veía a través de mi ventana, también hay ensoñaciones, de ahí el título, ‘Peche aberto”. Para el artista es un retiro similar al que en su día hizo Miró, huyendo del París de la Segunda Guerra Mundial para aislarse en el campo francés.
Esta primera exposición entabla un diálogo con “Redeiras”, en la sede de la Rúa Chao, que debe su nombre a los veintitrés bocetos preparatorios del mural que Basso realizó en la medianera del inmueble. Sin embargo, las obras de mayor tamaño forman parte de la serie de patentes también presente en la galería.
“En la fase 2 de la desescalada iba a correr por el puerto pesquero y me llamó la atención los colores oxidados de los barcos, las patentes que dieron lugar a esta serie con quince paneles monocromáticos”.
“Redeiras” lleva abierta unos días, aunque la inauguración virtual tuvo que aplazarse por el cierre perimetral. Este viernes acudirán la presidenta de la Diputación, Carmela Silva; la presidenta de las rederas de Cangas, Teresa Costales y será amenizada por Tanxugueiras.
