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De Redondela a Tánger

Erik, en el Stade Tánger, que albergó la Supercopa de España de 2018.
photo_camera Erik, en el Stade Tánger, que albergó la Supercopa de España de 2018.
Erik Penedo, expreparador físico del Choco, ha iniciado una aventura en la Primera marroquí

Durante 150 partidos, Erik Penedo (Pontecesures, 1993) veló por el físico de los futbolistas del Choco. Primero en el cuerpo técnico de Marcos Montes. Después, en el de Gonza Fernández. Hasta hace un mes, cuando recibió una oferta del Ittihad Riadi de Tánger, de la Liga de Marruecos. Un club de entidad en el país, pese a ocupar puestos de descenso. De hecho, hace dos años fue campeón de Liga. "Es un buen salto, una buena oportunidad. No es la mejor liga del mundo, pero sí la mejor de África", relata. 
El técnico hispano-marroquí Juan Pedro Benali fichó por el equipo tangerino para tratar de revertir la situación y necesitaba un preparador físico. La oferta era "buena", lo suficiente como para impulsarle a tomar la decisión de abandonar el club redondelano para viajar a Tánger. "No me voy a hacer millonario pero al final es un salto de calidad porque es un club de Primera División. Y más en este equipo, que el año pasado estaba jugando la Champions de África", explica Erik, que ha firmado por lo que queda de temporada y una más.
Desde la llegada de Penedo, el Ittihad ha reaccionado. Estaba a cuatro puntos de la permanencia y ahora está a uno, tras sumar dos triunfos, un empate y una derrota. "Creo que merecíamos alguna victoria más", dice el ex del Choco, para el que solo tiene buenas palabras: "La forma de hacer las cosas en Redondela es tan increíble que van a pelear hasta el final por el play-off seguro".
En el aspecto profesional, Erik apunta a que en sus nuevos futbolistas hay "diferencias físicas con el futbolista español" porque "la forma de jugar" también es distinta. "Ahí estamos, dando matices a la metodología que creemos que es necesaria para ellos y poco a poco los llevamos a nuestro terreno", explica.
En la adaptación está siendo clave Juan Pedro Benali. El técnico, que estuvo en el Racing de Santander en 2008, conoce perfectamente la ciudad y el entorno por experiencias anteriores en Marruecos. "Sabe 50.000 idiomas", bromea Erik. "Te hace la vida mucho más fácil", expresa. Y es que en la plantilla hay una torre de Babel. Árabe, francés, inglés... "Alguno entiende castellano, pero pocos", reconoce. En lo que todos se entienden es en el idioma del fútbol. Ese es el mismo en Tánger que en Redondela. Universal. 

"Es un cambio cultural fuerte"

Pasar de jugar en Santa Mariña ante una media de 300 o 400 espectadores a hacerlo es el Stade Ibn Battouta -o directamente Stade Tánger- delante de 20.000 es un cambio drástico. Y no es el único que ha experimentado Erik Penedo en este mes en la ciudad marroquí. Aparte de jugar en un estadio nuevo, funcional y con aforo para 45.000 espectadores -allí se jugó la Supercopa de España de 2018 entre Barcelona y Sevilla-, ha conocido un mundo totalmente nuevo en lo profesional y en lo personal. "Es un cambio cultural fuerte", espeta. "Fuera del fútbol tienes que ser más cuidadoso porque la gente te conoce, te saluda por la calle y hay cosas que no puedes hacer. Debes cuidar más tu imagen", explica el preparador físico, que por primera vez vive una Primera División.
"Sales del hotel y ya te están esperando con bengalas para animar. En el estadio igual. A mí me chocó mucho porque vengo de donde vengo y no estoy acostumbrado. Pero al final no deja de ser algo ajeno a nuestro trabajo y no nos influye en el día a día", concluye. 

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